Es una costumbre arraigada en nuestra vida diaria hacer un balance final cada que un año llega a su fin.
Los números y los adjetivos son herramientas utilizadas para tal objetivo; unos son fríos y los otros, cargados de subjetividad, pero ambos son inevitables a la hora de calificar este periodo.
Pero más allá del balance que cada quien hará de su entorno, está también el que podemos hacer del lugar donde vivimos.
Si durante el 2021 se configuró la ciudad o el estado que queremos, y si con este presente podemos aspirar a un mejor 2022.
Si tenemos resuelto el problema del agua, el de la contaminación del aire que respiramos, el de los altos índices de pobreza, el aumento descomunal del desempleo tras la pandemia, el de la movilidad o el grave efecto que todos los anteriores tienen en la vida de las familias y en el llamado tejido social.
Aunque parezca simple y para algunos muy trillado, un indicador accesible, frío y concluyente es el de la inseguridad y/o la violencia.¿Que si sirve?, por supuesto que sirve.
De acuerdo con la última actualización de la incidencia delictiva del año 2021 en México del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Nuevo León se ubicó como segundo en el país en total de delitos contra la familia.
Sin agregar diciembre se denunciaron 25 mil 528 delitos contra la familia, para un promedio de 76.43 diarios.
Estamos solo por debajo de la Ciudad de México.
Si optamos como indicador por la cifra de homicidios dolosos, la cosa no suena mejor, porque cerramos los últimos meses del año con 963 casos confirmados, por encima de los 914 del año pasado.
En el semáforo delictivo, que integran 10 rubros, solo tres están en verde, porque siete diferentes delitos están por encima de la media.
Hay otros parámetros para evaluar cómo se encuentra el lugar en que vivimos, pero aunque resulte incómodo, no podemos ignorar el de la inseguridad y la violencia, porque la tarea sigue pendiente e ignorarla no la va a resolver.
Vaya pues el voto de confianza, aunque los números son fríos y nos los respaldan.
Víctor Martínez
