Ni acabamos con la pandemia ni estamos bien en seguridad.
¿Suena obvio?, no para todos.
Parece de pronto que en Nuevo León las cifras se ven, pero no se observan, no se analizan, no se ponderan.
Después del anuncio de ampliación de aforos permitidos a 75 por ciento, y la promesa de que muy pronto será al cien, la gente se equivoca.
No se ha terminado la pandemia, que quede claro.
Leamos bien la cifra; ayer hubo 364 positivos de contagio y 18 personas murieron en un solo día.
Si les parece poco a algunos, bien valdría la pena echar un ojo a lo que ocurre en Europa, se han confiado varias veces y aún no terminan.
El otro tema es igual de mal evaluado por la gente, incapaz de interpretar lo que pasa frente a su nariz.
La lista de cadáveres y baleados es larga, ante la falta de asombro de la gente.
El jueves la Fiscalía encontró restos humanos de tres personas en el Hidalgo. Después el cuerpo de una mujer, envuelto en bolsas de plástico y sábanas, en Zuazua.
En la zona norte de Monterrey encontraron a un hombre con huellas de violencia y más tarde otro hombre murió atacado con arma blanca en pleno centro de Guadalupe.
Seguido por una mujer policía asesinada y otra herida de bala en El Carmen y otro hombre en Cadereyta.
El viernes un hombre fue asesinado mientras iba en su camioneta y le dispararon desde otro vehículo, en Escobedo.
Luego el Ejército abatió a un delincuente durante una balacera en Los Aldamas.
Mientras el sábado cuando era perseguido, un joven fue atacado a balazos en Santa Catarina.
En Salinas Victoria, a un costado de la carretera encontraron restos óseos.
Al día siguiente, de nuevo en El Carmen aparecieron 5 cuerpos con huellas de tortura y la mañana del lunes en García, también dos hombres semidesnudos.
Mientras redacto este artículo, me avisan de otros dos muertos y una mujer herida en San Nicolás.
Así, está claro, ni se acabó la pandemia, ni estamos seguros en Nuevo León.
Confiarse en ambos temas provocaría lo mismo, más muerte y decepción a los incautos.
Víctor Martínez