Política

La estrategia sin estrategia

Ayer fue un día caótico para el “ciudadano de a pie”, para las miles de personas, en su mayoría trabajadores, que se trasladan en medio de la sabida cuarentena a las empresas para cumplir sus obligaciones laborales.

Es verdad que Nuevo León se ha caracterizado desde el principio de la pandemia de covid-19 por sus buenas decisiones, por su dedicación, puntualidad y prudencia al comunicar a diario cómo vamos en esta lucha contra el virus.

Cada paso de los elegidos en la contingencia ha mostrado incluso llevar la delantera al gobierno federal y a otras entidades del país, lo que redunda en un panorama que ha inspirado confianza y mostrado liderazgo.

Todo iba bien hasta el sábado por la tarde, cuando se anunció la medida de restringir el servicio de transporte en todas sus modalidades, bajo el argumento de que se han presentado grandes cantidades de usuarios que sin necesidad han salido a las calles para pasear, desobedeciendo la instrucción de quedarse en casa y aumentando con ello la cifra de contagios.

Si bien es cierto que la curva ascendente hace sospechar de una relajación de las medidas preventivas, parece que quienes diseñaron la estrategia, si es que se le puede llamar así, no tomaron en cuenta la opinión de expertos en movilidad y no previeron que a quien realmente perjudicarían no era a los paseantes desobedientes.

El resultado fue un lunes caótico, miles de personas batallando para cumplir su rutina, personas preguntando si al llegar a su empleo les iban a descontar el día o incluso si los iban a dejar entrar a sus empleos.

¿Qué faltó? Quizás un poco de sentido común que les permitiera saber que no todos los que fueron vistos en la calle en estas semanas salieron de paseo. También faltó diálogo con los empresarios de todos los tamaños para establecer horarios escalonados de trabajo; algún medio alternativo de transporte o bien permisos de llegada tarde a sus trabajadores, que preocupados vieron con angustia puertas cerradas en el Metro y vivieron esperas más largas de lo habitual.

A esto se agregó otra eventualidad, la inesperada obligatoriedad de la tarjeta de 20 pesos en el Metro, la llamada tarjeta MIA, que la compras y no tiene saldo alguno, la pagas y la debes recargar.

A pesar de todo lo expuesto, ya por la tarde el director del Instituto de Movilidad, Noé Chávez, insistió en sostener que la idea es magnífica y solo hay que modificarle una hora a media tarde. Cada una de las respuestas del transportista van acompañadas por un discurso convincente en términos de que ésta es una lucha de todos, que lo deseable es que nos ayudemos uno a uno en esta misión.

Innegable sin duda que hay que apretar, innegable también que en las avenidas abunda gente que debe estar en casa, pero a cada una de estas medidas tomadas hay que ponerle más estudio, más apoyo de expertos, más sentido común para que no desentonen, que no se diferencien de las decisiones tomadas desde el primer día de la contingencia en Nuevo León.

Vamos bien, solo hay que dar buenos pasos.


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Víctor Martínez Lucio
  • Víctor Martínez Lucio
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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