Antier hubo elecciones en dos estados del país. Tanto en Hidalgo como en Coahuila, los comicios arrojaron un mensaje muy claro para quienes buscan contender en 2021 en los demás estados que les toca el año electoral.
El PRI se llevó carro completo en el Congreso de Coahuila y en Hidalgo ganó 32 municipios de los 84 que renovaron, incluso la capital, Pachuca.
Pero dichos resultados no son lo relevante.
El dato principal es lamentable: el abstencionismo triunfó en ambas jornadas con cifras del 61 por ciento en Coahuila y del 52 por ciento en Hidalgo.
También hubo acarreos, compra de votos, irregularidades diversas en la jornada de antier.
Pero aún es tiempo de que al menos en Nuevo León sea distinto y que nuestro año electoral nos deje un buen sabor de boca y mejores prácticas.
Será un proceso caro, al menos costará 950 millones de pesos, aunque a decir del tesorero Carlos Garza, hasta mil millones de pesos podría alcanzar incluso la suma final.
¿Los vale o es dinero tirado a la basura? Depende de los votantes, porque si no van a las urnas, si el abstencionismo gana por cualquier motivo, será una derrota para todos.
Depende de los candidatos, porque si gastan los recursos destinados e incluso los que ellos mismos consiguen, en guerra sucia, denostaciones mutuas y carencia de propuestas, no habrá valido la pena.
Si votan el año que entra 4 de cada 10 como en Coahuila, o 5 de cada 10 como en Hidalgo, tendremos autoridades que lleguen a ejercer con bajo nivel de convencimiento, que agregado a la escasez de recursos componen un escenario adverso para cualquiera.
No son los mil millones, aunque vaya que hacen falta en otros rubros, después de las dificultades que ha traído la pandemia; más allá del dinero que nos cuesta aspirar a la democracia, está el que una vez más la contienda luce desangelada.
Claro que habrá que llamar a la participación de los ciudadanos en las urnas, pero nos será más fácil a todos, si en las campañas se disponen a no apostarle al repudio, a la descalificación y al ataque.
Esperamos propuestas, ideas, incluso un llamado a la unidad de gobernantes y gobernados; para sacar esto adelante.
¿Se podrá? ¿O de plano es mucho pedir?
