El pesimismo no ayuda a resolver los problemas, de hecho tiende en ocasiones a alejarnos de la solución.
Sin embargo, hay cosas para las que una actitud positiva no basta, problemas para los que la buena voluntad es solo un mejoralito para males crónicos.
Faltan tres meses y 20 días para que empiece el año 2020, y existen indicadores de que no será fácil. No es una cuestión de optimismo o lo contrario, es cuestión de ver el escenario posible.
Ayer escandalizó a todos el saber que el dinero que se tenía contemplado recibir de la federación, se redujo a cantidades menores, y que en el camino quedaron obras que no se lograrán porque simplemente no hay dinero.
Una vez se dijo por ahí que “amor con amor se paga”, pero “obras son amores y no buenas razones”. No llegó el suficiente amor que se esperaba, o tal vez se esperaba más amor del que existía.
Por lo que sea, la rasurada comienza con la Presa Libertad, que necesita mil 168 millones de pesos y apenas llegarán 378 millones de pesos.
Dicho vaso es la obra que encabeza el plan hídrico del actual gobierno para resolver, según dicen, el desabasto de agua que podríamos padecer.
Por si fuera poco, de lo que no se contempló destaca la cantidad que se necesita para terminar la Línea 3 del Metro, la construcción de dos Ecovías, para las que se necesitan 500 millones, la obra en los terrenos del penal de Topo Chico que costaría 683 millones, hasta una nueva semaforización.
Todo esto en conjunto conforma un escenario difícil para Nuevo León, e independientemente de los motivos, anticipan que el próximo año será duro para quien gobierne; ya sea que se quede Jaime Rodríguez o que sea otro a causa de la sanción que tendrá que salir del Congreso del Estado.
No todo está perdido, pero sigue lo que más cuesta, el cabildeo o negociación en las comisiones, sobre todo en la de Presupuesto, donde se mueven intereses que distan mucho de lo técnico o de lo que se necesita realmente en los estados, pues todo es político, el “estira y afloja” deja intercambios a veces peculiares.
Es justo ahí donde suelen gestarse las sorpresas para el ciudadano.
Te asignan recursos para el estado que representas, sí, pero obviamente a cambio de vaya usted a saber qué.
Ahí está el detalle, como decía Cantinflas; el costo político que tendrá para los diputados federales por Nuevo León el conseguir un peso más para los proyectos.
Lejos quedó aquello de “amor con amor se paga”, no hay que olvidar que en una relación siempre “hay quien ama más”.
Podríamos decir muchas cosas más sobre dicha frase que nos hizo suspirar y anhelar un mejor futuro para el estado, por venir de quien venía la promesa, pero recuerde, después de todo “en la guerra y en el amor todo se vale”.
