Cada que se pregunta en pláticas de amigos, círculos laborales, en donde sea, los nombres que suenan para ser candidatos a la gubernatura, con frecuencia se menciona uno o varios aspirantes por partido.
Pero es evidente en el Partido Acción Nacional, cada vez es más difícil responder esa interrogante, a pocos días de que comience el año electoral. Si usted pregunta por qué, se dará cuenta que desde hace buen tiempo en ese partido la unión no parece ser tarea fácil.
En ese entorno, mientras ya hay adelantados, en el panismo no saben si irán en alianza con Movimiento Ciudadano por el gobierno estatal, si se quitarán las fobias y apostarán por el senador Víctor Fuentes, si abrirán la elección para dar cabida a un ciudadano para representarlos, si va de nuevo y por enésima vez Felipe de Jesús Cantú buscando un triunfo en las urnas, si regresa por sus fueros Mauricio Fernández Garza, etcétera.
En cuanto a la alcaldía de Monterrey parece claro que estará entre el diputado federal Martín López o el diputado local Juan Carlos Ruiz, pero tampoco se descartan sorpresas.
En Acción Nacional se vive todo un relajo, y ellos mismo lo comentan, “si peleáramos afuera con la misma intensidad que peleamos dentro, otra sería nuestra suerte”.
Si algún día se terminaran de disolver los grupos que disputan el control del partido, y se fusionara todo ese oficio político, serían el rival a vencer. Raúl Gracia, Zeferino Salgado, Víctor Pérez, el llamado grupo San Pedro y de más liderazgos en fórmula harían un equipo experimentado.
Pero los sigue dañando esa lucha por mantener la hegemonía en reductos como San Nicolás y Santa Catarina; posiciones en el Congreso de Nuevo León que representan su poder de negociación, y tradicionales distritos en la metrópoli.
Tal vez tienen presupuestado que no ganarían por sí mismos la silla principal del estado, y para colmo una de las más serias aspirantes, Clara Luz Flores, nunca les dio el sí que esperaban.
Así transcurren los días y “el partido sigue partido”, viviendo una brecha generacional, cuando llegaron a ser la primera fuerza política del estado, y se replicó dicho dominio en el plano nacional, pero el tiempo ha pasado desde entonces.
