Ayer publicamos en las páginas de este periódico y en las demás plataformas, que nuestro estado comienza el 2023 con menos reserva de agua que el año pasado en las presas que nos abastecen.
No es fácil hacer conciencia cuando la gente no pone la suficiente atención, pese a que los pronósticos advierten un año con muy poca lluvia y las altas temperaturas confirman que la crisis del 2022 podría repetirse.
Justo hace 12 meses se hablaba de una escasez de agua en las presas, después de la segunda semana de enero; la Cerro Prieto tenía apenas 10 por ciento, La Boca 26 por ciento y el Cuchillo en números similares.
Juntando las tres presas daban un total de 655 millones de metros cúbicos, y ahora solo hay 626 metros.
Con esos números es evidente que se avecina otro capítulo, porque además las obras del acueducto El Cuchillo 2 apenas comenzaron, la presa La Libertad está lejos de estar lista y después faltaría llenarla. Por si fuera poco las lluvias pronosticadas para este año tendrían una reducción de hasta 50 por ciento comparadas con el año pasado.
¿Qué se va a hacer ahora? Porque a diferencia de lo que se decía en febrero de 2022, ahora no se puede decir que no habrá cortes de servicio y que no pasará nada. La experiencia no puede dejarse de lado, sería irresponsable.
Ya nos adelantaron que sí habrá reducción de agua en la Zona Metropolitana por las noches, que de hecho ya comenzó parcialmente y será generalizada en mayo.
Esta estrategia muy estricta de reducción de presiones por ahora solo toca el anillo de Monterrey V, que comprende parte de Guadalupe, Juárez, Apodaca, Pesquería, parte de Escobedo, El Carmen y García.
La explicación es que esos sectores presentan una alta cantidad de fugas, porque surgieron como zonas irregulares o no tienen normas de calidad suficientes.
Al poco tiempo entrará en funciones un sistema automatizado que regulará la presión a distancia, y ya no de forma manual como se hacía en el 2022.
Como esa medida habrá otras, sin dejar de lado la de los pozos profundos y someros, programas de concientización, reparación de fugas, etcétera.
A trabajar y a cooperar se ha dicho.
Aquí nos tocó vivir.
Víctor Martínez