Tenía apenas seis años cuando en la primaria me topé con la tarea de repartir calcomanías y volantes para concientizar a la gente para cuidar el agua.
Era mi primer contacto con este problema y desde esa edad me quedó claro que esa tarea es de todos.
Han pasado ya tres décadas desde entonces y aquel Víctor sigue consciente y ve con asombro y desencanto que la tarea sigue sin hacerse.
Cada año, en los meses más calurosos, todavía nos alertan de que no tenemos agua suficiente, y de un tiempo acá con mayor empeño.
Igual que en los años 80, otra vez nos alertan que nos cortarán el agua varias horas del día para ahorrar.
La tarea es de todos y en especial son los gobiernos de Nuevo León los que han desaprovechado durante más de una década una concesión que le entregó la Conagua para extraer del río Pánuco millones de metros cúbicos del vital y escaso líquido al año.
Ya tiramos 10 años de agua que otorga este título de concesión con una vigencia de tres décadas.
Eso pasa cuando las cosas quedan en manos de políticos sin ética, conciencia o, en el menor de los casos, conocimientos.
A río revuelto, ganancia de pescadores; Rodrigo Medina promovió el proyecto Monterrey VI, la construcción de un acueducto con seis estaciones de bombeo para ampliar la cobertura a 13 municipios con el agua del Pánuco.
Pero llegó Jaime Rodríguez al gobierno y canceló el contrato bajo el argumento de que la inversión era muy alta; y representaba la mitad de la deuda del estado.
En efecto, el monto era de 62 mil millones de pesos pagables a 27 años, pero cancelarlo no fue gratis y se pagó dinero de todos para indemnizar a las constructoras.
Luego llegó el l Plan Hídrico 2030, un proyecto del Fondo de Agua Metropolitano de Monterrey que incluye la construcción de la presa La Libertad y el ahorro de agua por medio de la eficiencia.
El problema es que tras la cancelación y el discurso político el resultado habla por sí solo, seguimos parados donde mismo; agréguele el convenio viejo que sigue regalando agua del Cuchillo a Tamaulipas y para colmo una Agua y Drenaje con fugas millonarias de dinero público.
Así a tres décadas, nuestros hijos siguen escuchando el mismo problema que los adultos no han resuelto, porque no hemos comprendido que es la tarea de todos.
Víctor Martínez