Ha pasado una semana de la jornada electoral para elegir Presidente en Venezuela, en la que el Consejo Nacional Electoral declaró ganador de la elección con el 51% de los sufragios a Nicolás Maduro, sin embargo, la ley electoral dicta que a más tardar dos días después se deben de dar a conocer las actas, sin embargo a siete días de los comicios estas siguen sin aparecer.
En cambio, la oposición desde el día de la votación fue mostrando actas en donde ganaban abrumadoramente en muchas casillas en todo el país, las encuestas de salida daban por ganador a Edmundo González y publicaron un sitio al segundo día en donde colgaron sus actas y Edmundo gana 67% frente a 30% de Maduro.
Si las actas de la oposición fueran falsas sería muy sencillo para la autoridad electoral o para el partido de Maduro, el PSUV, salir a mostrar las suyas y desmentirlos, pero como no lo han hecho, a pesar de que en repetidas ocasiones han dicho que lo harán, es casi seguro que la oposición ganó y están buscando mecanismos para alterar las actas, tratando de ganar tiempo.
Por el contrario, sin mostrar actas, ni más argumento que su propia pretensión, Maduro ya fue con la autoridad electoral para exigir que validen su triunfo, también ya movilizó a las fuerzas armadas para que repriman a los manifestantes arrestando a más de 1,000 personas y matando a 12 y por si fuera poco girando órdenes de aprensión en contra de Edmundo González el candidato rival de la oposición y de su coordinadora de campaña María Corina Machado.
De forma legal Maduro no tiene manera de comprobar que ganó limpiamente la elección, pero le queda un último recurso, que es afianzarse en el poder a través de la violencia, quitarse la máscara y demostrar de forma clara que es un burdo dictador que está ahí aún en contra de la voluntad popular, pero a la vez quedará en las garras de las fuerzas armadas que son su único sostén.
@victorsanval