Frente al caso de Genaro García Luna no puede haber medias tintas, si se comprueba su responsabilidad frente a la acusación de haber trabajado en favor del Cártel de Sinaloa, mientras fue Secretario de Seguridad Pública, se merece pasar toda su vida en cárceles de Estados Unidos y México, porque sus acciones costaron la vida de miles de mexicanos, por ende, se trata de un asesino que traicionó la confianza de todos y no merece consideración alguna.
Pero no basta ir contra García Luna, porque si la corrupción se prueba a tan alto nivel, las investigaciones no pueden limitarse a él, deben incluir a Felipe Calderón, a otros miembros de su gabinete y a todos los subalternos de importancia que tuvo García Luna en los años que estuvo al frente de la SSP.
Se trata de un asunto muy serio, que pone en entredicho la lucha contra el crimen organizado a lo largo de un sexenio y cuyas redes podrían estar activas aún hoy en día, por eso, concuerdo con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, todos los mandos deben ser investigados, no porque todos sean culpables, tampoco debe ser una cacería irracional de brujas, pero si debemos aceptar que existe la probabilidad tangible de infiltración de muchos funcionarios que dependían del otrora Secretario.
La responsabilidad de Calderón es hoy incierta, no se tienen elementos aún para determinar si se corrompió como García Luna, o bien, se le puede acusar por seleccionar mal a su Secretario y no supervisar bien sus actividades, pero lo que es cierto es que bajo su gobierno las instituciones fueron cooptadas al más alto nivel y por ende, su gestión es responsable de asesinatos que favorecieron el crecimiento del Cártel de Sinaloa y propiciaron su expansión y la violencia en Juárez, Tijuana, Michoacán, Guerrero, Morelos, Veracruz, entre otras regiones.
Así que por decencia y respeto por las miles de víctimas, los Calderón deberían de retirarse de forma definitiva de la política y dejar morir su partido México Libre, porque no merecen otra oportunidad.
@victorsanval