Y de buenas a primeras se nos acabaron las precampañas. En teoría terminan este domingo de acuerdo a los plazos establecidos por el siempre cuestionado Instituto Electoral de Tamaulipas, y con ello una pausa de todos los partidos y candidatos de cara a la etapa fuerte, la campaña para la elección del 5 de junio.
Pero en esa evaluación, si no fue por los nombres que salieron que aspiran a la gubernatura, las alcaldías y las diputaciones locales, pasó entre azul y buenas noches, con algunos destellos de polémica pero sin una real trascendencia ante los votantes, ante aquellos que tendrán en sus manos elegir a las nuevas autoridades.
Aún y cuando el propio Ietam detuvo las actividades de los aspirantes del PAN Francisco García Cabeza de Vaca y Francisco Elizondo, algo que ayer el Trife les tumbó (una más que los magistrados le hacen al árbitro electoral en el estado), no se vio tanto ese entusiasmo que se estaba contagiando en toda la clase política desde Nuevo Laredo hasta Tampico.
Por ejemplo, en los temas controvertidos, el senador con licencia fue quien le intentó poner sabor. No solo en declaraciones, también en los spots en radio y televisión que circularon en estos días metió su “puya”, su estilo de señalar lo que se ha hecho mal y que se requiere un cambio, la tan llamada alternancia.
Pero esto hizo poco eco en el bando contrario, en el priista. Su aspirante Baltazar Hinojosa decidió estar en reuniones con la militancia, con pocos reflectores, pero tampoco sin declaraciones contundentes, sin mostrar algo que en las mesas de café, de las casas y en la misma calle haya causado un enorme impacto.
Ya ni decir a quienes van a contender por la presidencia municipal de las principales ciudades. Fueron más las especulaciones que se crearon por los nombres que lo que vino posteriormente, y a esto se agrega a quienes van por una curul en el Congreso del Estado.
Fue mucho el ruido, la emoción que hasta muchos desbordaban que al pasar todo esto esa euforia se cayó. Algo así como un globo que creció y creció, pero en el primer pinchazo que se le dio se colapsó, tan así que en estos momentos los habitantes siguen hablando más de la inseguridad, del dólar, de la falta de buenos empleos, y en su momento de la visita del Papa Francisco
Esperemos que las campañas programadas para el 3 de abril tengan tan siquiera un poco de más emoción, eso pide la gente. Claro, tampoco se desea que se agarren a golpes o corra la sangre, pero que hagan más llamativo este proceso.
Porque la realidad, es que nos aburrieron.. y muy feo.