El dato ofrecido en el primer debate de candidatos a la gubernatura de Tamaulipas en el rubro de seguridad pública es contundente. Hay cuatro femicidios entre enero y marzo del presente 2022, además de 2 mil mujeres desaparecidas en el estado, motivo por el cual grupos sociales de este sector salieron a marchar en Ciudad Victoria.
Su motivo fue el tan sonado caso de Debanhi Escobar, la joven regiomontana encontrada sin vida tras 14 días de búsqueda en Nuevo León. En ese andar de protesta, apareció Horus García, ex titular de la Junta de Reclutamiento en el gobierno panista de Xicoténcatl González, además de formar hasta el 2018 parte de Movimiento Ciudadano.
El personaje que presume en sus publicaciones una cercanía con funcionarios de primer nivel de Acción Nacional en Tamaulipas, amistades en redes sociales con los diputados locales Mon Marón y Ángel Covarrubias, con el dirigente del Partido Verde Manuel Muñoz Cano y hasta una foto con César Verástegui, hizo presencia para mostrarles a las jovencitas su antipatía.
En su osadía, confundida con estupidez, lanzó cualquier cantidad de palabras ofensivas al contingente. Su evidente provocación causó una reacción, fue correteado unos metros y mientras escapaba siguió con las ofensas. Fue tomado por elementos de la Policía Estatal, pero con todos y los reclamos de protestantes, el joven no fue detenido y quedó en libertad.
Así, todavía campante y en las plataformas digitales, el “soldado de Dios” (como se hace llamar) enarboló su “heroísmo” por confrontarlas. Lo más grave fueron los mensajes de apoyo de un grupo amplio de amigos.
Esto viene a colación en un estado donde hay un enorme pendiente con el sexo femenino. La violencia de género, intrafamiliar y hasta de casos como Alma Fara Feliciano, de 23 años y desaparecida hace casi tres semanas en Tampico, son historias a la par de Debanhi, de María Fernanda Contreras, de Ingrid Escamilla, de Nayeli Alfaro y una larga lista.
Todo empieza por esa intolerancia a las feministas tamaulipecas, en no querer escucharlas en sus peticiones. En el debate menos importaron, ninguna propuesta seria para su protección.
No faltará quién diga: “¿para qué? Estaba buena la grilla”. _
