Los candidatos llamados punteros para llevarse el triunfo en la contienda por la gubernatura de Tamaulipas, jornada del 5 de junio, arrancaron con mucho entusiasmo la campaña este domingo. Tanto Américo Villarreal Anaya, de la Coalición Juntos Hacemos Historia, como César Verástegui Ostos, de la alianza PAN-PRI-PRD, desde el primer segundo empezaron a su propia manera.
Y en tanto se desarrollará el proselitismo por los siguientes 59 días, ambos tienen más allá de los respaldos oficiales, del arropo de sus militantes y grupos políticos, como de los diversos intereses locales y externos, los personajes tienen ante sí la posibilidad de mostrar ante el electorado general quiénes son, cómo son y qué proyecto tienen por los siguientes seis años.
Por un lado, el doctor se ofrece como un hombre cuyo trato directo antepone la cordialidad, el respeto y la seriedad, aunque detrás suyo está muy presente y vigente el Presidente Andrés Manuel López Obrador, el líder de la Cuarta Transformación que pretende implementar en el estado y quién me dio la oportunidad de unirse y ser senador.
Más de estilo “compadre” vemos al Truco. Hombre de rancho, más frontal al decir las cosas como al aceptar un comentario o crítica, carga consigo su propia sombra o cuervo, el tan cuestionado gobernador Francisco García Cabeza de Vaca y con una popularidad baja que lo posiciona entre los tres mandatarios estatales con menor aceptación en el país, según encuestas como Mitofsky y otras más.
Si bien es por el tabasqueño y el reynosense (y solamente por ellos) obtuvieron la postulación a través de los institutos políticos, en ese orden Morena y PAN, será elemental ganar la simpatía a través de su autenticidad, lejos de repetir los discursos, planes o defender las acciones tan contrapunteadas como criticadas.
Por algo es tan sui géneris está elección. Hace seis años le costó demasiado a Baltazar Hinojosa Ochoa sacudirse la sombra de Eugenio Hernández, Tomás Yarrington y Egidio Torre Cantú. El resultado catastrófico es de todos conocido.
Por ahora, ¿quién lleva las de perder? Los propios sondeos desfavorecen al abanderado del “Prianrd”, pero aún es tiempo de deslindes. Aplica para ambos. _
