Política

¿Qué nos pasó?

  • La pluma en el mapa
  • ¿Qué nos pasó?
  • Verónica Sánchez

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

En días recientes mientras en Israel y Palestina morían cientos de personas en medio de una guerra, en México resonaron casos aterradores de muertes. Uno de ellos es el asesinato de una bebé recién nacida, encontrada en Nuevo León en un camión recolector de basura con heridas en su cuerpo; o el caso del asesino serial en Atizapán, Estado de México, quien confesó haber matado a 30 mujeres en su casa y además cometer actos caníbales comiendo partes de esos cuerpos.

Lo preocupante para México de este tipo de casos es que no es consecuencia ni están relacionados con una guerra civil o con un sistema dictatorial; estamos hablando de un comportamiento mental y humano desbordado, que da pie a hechos cada vez más desgarradores. Ninguna otra especie alcanza semejantes actos de crueldad en contra de los de su propia especie.

En tanto que en el mundo actos tan violentos como los homicidios intencionales han venido a la baja desde 1990, en México éstos han crecido de forma alarmante. Según datos del Banco Mundial al 2018 en México hubo 29 homicidios intencionales al año por cada 100 mil habitantes en tanto que en Alemania, Argentina, Canadá, Chile y EUA tuvieron lugar tan solo 1,5,2,4, y 5 homicidios respectivamente.

Al hablar de un fenómeno tan añejo como la violencia (en todas sus modalidades), resulta cómodo atribuirlo a la pobreza y falta de oportunidades. Pero pensemos si ese rezago social ¿justifica semejantes atrocidades? ¿hasta que punto hoy la pobreza incide en la violencia? ¿Mientras más pobre más delincuente? Por lo menos los datos no validan esta teoría porque México tiene niveles de homicidios muy superiores a los cinco países más pobres del mundo que son Sudán, Malawi, Burundi, República Centroafricana y Madagascar.

La escalada de violencia que vive México representa un peligro gravísimo para todos nosotros ya que cada vez hay menos sensibilidad, y lo peor, nos estamos acostumbrando a eso. La percepción de inseguridad, el temor ciudadano, genera desconfianza y nos hace ser personas más duras.

Sea cual sea el tipo de violencia (delincuencia, feminicidios, homicidios,) pareciera que hoy nuestra sociedad busca más la venganza que la justicia. Y es que sin duda una de las posibles explicaciones del exceso de violencia en nuestro país es la incapacidad institucional de proveer justicia a los mexicanos. Escuché decir el otro día que el acceso a la justicia es el derecho humano más importante ya que sin él ningún otro derecho se puede ejercer. Es esta misma incapacidad para hacerle frente a las problemáticas de violencia en el país la que quizá ha llevado a los ciudadanos a responder de distintas maneras, modificando el rumbo hacia un país cada vez más arrebatado. Un ejemplo son los numerosos casos de justicia por mano propia.

Suena esperanzador decir que los niños son el futuro de nuestro país, pero lamentablemente son justo ellos quienes se están convirtiendo en depositarios de los sentimientos de frustración de otros, de esos abismos reprimidos, resentimientos e insatisfacciones.

¿Será la violencia una mera circunstancia social?, ¿educativa? ¿biológica? Es urgente identificar las principales causas y factores de riesgo de estos alarmantes niveles de violencia en nuestra sociedad y tomar acciones decididas para contenerla y reducirla. Esto no es ya solo un tema de delincuencia o crimen organizado. Nos hemos convertido en una sociedad muy violenta. Es necesario evaluar e incrementar intervenciones efectivas. Si no se combate la violencia, no se puede asegurar avanzar hacia una sociedad con más bienestar. Necesitamos tomar mejores decisiones como sociedad, para alcanzar la libertad y las certezas que todos deseamos.

@VeroSanchez_TV


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.