Cultura

Prietito en el arroz

En el inicio del siglo XXI pareciera que cada vez, con más frecuencia y en más cantidad la información, concientización, sensibilización y actualización en torno al tema de los derechos de las personas con discapacidad a una educación, trabajo y vida plena, por ejemplo, es suficiente para alcanzar a todos y ponernos en sintonía con las necesidades de esta comunidad, pero luego aparece el prietito en el arroz y decimos ‘debemos seguir sin aflojar el paso’. 


¿Recuerda que en la columna anterior le contaba -por no decir le presumía- que en la Laguna de Coahuila y Durango se estaban haciendo acciones en el tema de discapacidad con el 1 Congreso Inclusión Total de CIESLAG? Pues ahí salió a la luz la resistencia de una de las asistentes a la inclusión de personas con autismo. 


El congreso comenzó con una extraordinaria conferencia de Emmanuel Meraz un joven con discapacidad visual originario de Durango, quien al final de la ponencia respondió a las muchas preguntas que le plantearon no solo para conocer más sobre la verdadera inclusión sino también los obstáculos que tiene que sortear en su día a día. Hasta aquí todo bien.

Se procedió luego a los talleres que se desarrollaron de manera simultánea en los rubros de discapacidad visual, auditiva, intelectual, psicosocial y sensorial. En esta última, el tallerista comenzó a definir cada una de las condiciones de vida en la discapacidad, cuando de pronto una chica de unos 17 o 18 años gran voz sonora y firme dijo: ‘pues yo no creo en la inclusión, creo que los autistas no tiene porque estar en las aulas, no se puede trabajar con ellos’ ¡bolas don cuco!

La psicóloga Guadalupe Prieto colaboradora de Autismo San Roberto y presente en el taller de inmediato se dirigió a ella y le preguntó “¿sabes cómo se llama el congreso al que estás asistiendo? Se llama Inclusión Total a eso venimos a conocer y saber como relacionarnos con el otro que es diferente a mí”.

Aunque la jovencita calló delante del grupo, continuó hablando con las personas que estaban junto a ella justificando su comentario al contar que había trabajado en un grupo de robótica donde se aceptan niños con autismo y que definitivamente no, no se podía trabajar con ellos.

Al finalizar el taller y camino a la salida seguía dando razones a sus compañeras de su expresión al decir “ay que intensa la señora esa, pues es mi punto de vista, es lo que yo pienso...”

Sin el ánimo de satanizar el comentario de la estudiante, es de verdadera preocupación que no solo a fuera, en espacios sin concientización sino aún dentro, en el mismo escenario donde se cocina un gran esfuerzo por la inclusión, se muestre la resistencia a pesar de estar presente en un taller de sensibilización. No sé que es peor.

En Autismo San Roberto no bajamos la guardia y seguimos brindando nuestro servicio sin distinción y sin fines de lucro, de hecho regresamos el viernes 5 de octubre con los estudiantes, ahora de la Escuela de Psicología de la Universidad Autónoma de Coahuila Unidad Torreón para ofrecer el taller “Entendiendo a la persona con autismo” dentro de las 3eras Jornadas Educativas de Inclusión. Ya les platicaré. Primero Persona.



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Verónica Rocha
  • Verónica Rocha
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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