Tecnología

La crisis en la salud mental delos jóvenes mexicanos

La salud mental en México se ha vuelto una prioridad en los tiempos actuales. Nos encontramos con muchos jóvenes que refieren sentirse tristes, estresados incluso deprimidos y con ataques de pánico. Las tasas de suicidio en adolescentes son alarmantes.

Es por ello, que se desprenden varias interrogantes, ¿cómo la ciencia está contribuyendo en el desarrollo de los tratamientos? ¿qué sucede con la aplicación de la prevención y promoción en salud mental? ¿cuáles son las políticas públicas acerca de la atención psiquiátrica y psicológica en el país?.

Es importante mencionar que a pesar de contar con un marco legal que contempla la salud mental en la Ley General de Salud, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 1984, solo 14 entidades cuentan con un instrumento legal en la materia, Hidalgo no se encuentra entre esos estados.

Esto nos permite considerar como urgente el desarrollo de políticas públicas estatales que permitan el acceso a programas para el cuidado de la salud mental.

También es relevante preguntarnos cómo contribuye el sistema de salud en la atención de las problemáticas emocionales y mentales. México cuenta con un sistema de seguridad social como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los trabajadores del Estado (Issste).

El resto de la población que no cuenta con estas prestaciones, tiene posibilidad de recibir atención médica y medicamentos gratuitos a través de instituciones de gobierno. Por otro lado, está el sector privado.

Recordemos que el artículo cuarto constitucional estipula que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud”. Sin embargo, el panorama, nos plantea ¿qué nivel de acceso hay a los servicios de salud mental?, ¿cuáles son los costos de manera particular?, ¿las intervenciones se desarrollan desde un enfoque basado en evidencia científica? Considerando que hay bastante demanda en los servicios públicos y poco personal para cubrir las necesidades de la población.

Por otro lado, el desarrollo científico también debe centrarse en la creación de tratamientos y no solo en disminuir síntomas y conductas de riesgo. Ya que en un contexto real, la población se encuentra con determinantes como pobreza, desigualdad, discriminación, servicios de salud fragmentados y desempleo. Por lo que resulta fundamental el fortalecimiento de los recursos personales y grupales, desde modelos enfocados en el desarrollo de factores de protección. Es necesario dejar de mirar a la promoción de la salud como campañas informativas, conferencias y folletos.

De igual manera, la comunidad científica puede colaborar con el sistema de educación básica para intervenir en el diseño de los programas de estudio y sus políticas públicas. Dentro del currículo educativo encontramos recientemente la materia de estilo de vida saludable y la integración de las habilidades socio-emocionales, sin embargo ¿cuál es la importancia que se le asigna a dichas planeaciones?, ¿realmente se están fomentando? Por lo anterior, invito a la reflexión sobre replantear la forma de implementación y evaluar su impacto.

Nos encontramos con retos en materia de salud mental, en donde la ciencia y las instancias públicas pueden colaborar con el objetivo de contribuir a la calidad de vida y bienestar de la población. Sin olvidar que cada organismo, comunidad, empresa y grupo social tiene un rol importante en el impacto de la salud integral de las y los jóvenes. 

Tanya Butron Islas*

*Estudiante del Seminario de Sistemas y Políticas de Salud del Doctorado en Ciencias del Comportamiento Saludable de la UAEH
Google news logo
Síguenos en
Varios autores
  • Varios autores
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.