Carlos Salinas de Gortari nos hizo creer que seríamos un país del G-10, con su enfoque en globalizar a México. Chicharito también nos lo dijo: “Imaginemos cosas chingonas”, y casi nos la creímos, pero seguimos con el mismo futbol, sin pena, ni gloria. Y el ex presidente Andrés Manuel nos prometió que para el 2023 México tendría un sistema de salud como el de Dinamarca. Ahí sí difícilmente le creímos por la abismal diferencia. Dinamarca, junto con otros países europeos y ahora algunos asiáticos, sí están dentro de los top 10, mientras nosotros seguimos lejos.
El reciente asesinato del CEO de UnitedHealthcare, Brian Thompson, presuntamente por manos de Mangione, ha traído a la conversación el descontento de la gente con el sistema de salud privado en EEUU, y con eso la comparación con otros países. El derecho a la salud es la primera preocupación de toda persona. Sin salud no se puede disfrutar de los demás derechos.
En EEUU, el sistema de salud es privado, caro y complicado. Los programas públicos como el Medicare y Medicaid son la excepción y fueron creados para las personas mayores, con discapacidad o de bajos ingresos. Todos los demás necesitan tener un servicio privado y aun con eso a veces las facturas los llevan a la bancarrota. Uno pensaría que por uno de los países más ricos tendría una cobertura universal y es todo lo contrario.
En México, la apuesta del gobierno ha sido tener cobertura universal desde el 2018. Con el cambio al IMSS- Bienestar lo que buscan es que todos puedan tener acceso a los servicios sin ser derechohabientes. El reto es enorme, pues es financiero, de capacidad instalada y voluntad política. Hasta hoy solo 23 estados, todos de Morena, cuentan con este sistema. Los demás estados no se han adherido, siguen con el sistema anterior y manejándolo localmente.
Estamos lejos de tener un buen sistema. En México, acceder a un médico es un privilegio. Tenemos 2.5 doctores por cada mil habitantes, cuando la OCDE recomienda 3.7. Contamos con 10.2 camas de hospital por cada 10 mil habitantes, versus 127 que tiene Japón o 25 Dinamarca. Tenemos un gran potencial, la meta ya está ahí, falta hacer el trabajo.