Estos últimos días las redes sociales han sido un imán para el morbo, el chisme, el ataque y el hacer famosos a los que deberían de tener la menor atención. En la época donde todo está a la mano con un celular, la vida de cualquiera es pública. Si todavía no somos conscientes de eso, vamos tarde. Todos estamos vulnerables a ser grabados y convertirnos en #lady según el arranque que nos dé o en #lord, pongámosle lo que sea, porque en las redes la creatividad no tiene límites y te hacen saltar a la fama. Desde la pareja del concierto de Coldplay, la #ladyracista de CdMx o Chicharito, que aunque ya era reconocido por haber logrado lo que pocos mexicanos en el futbol, sus recientes declaraciones en sus redes lo han puesto en la conversación por lo menos afortunado.
Recuerdo cuando era maestra de universidad, estaba consciente de que a donde fuera, cualquier alumno podría estar a la vista; en un restaurante, en el súper o en la calle. Siempre lo comenté con ellos, con la idea de transmitirles que no importa estar solos o acompañados, nuestra vida es pública. Al tener esto en mente, no podemos ser víctimas de nuestro comportamiento. Ahora se habla mucho de lo cruel de las redes, de cómo la gente se mete en la vida de los demás, posiblemente hay algo de cierto, pero las redes tienen la peculiaridad de la viralidad y que ahora también son multigeneracionales. Desde un menor de edad o hasta un adulto, nos llegan los mismos videos, memes, WhatsApp y la misma conversación se vuelve universal y familiar.
Comparto estas reflexiones con el deseo que sean otros temas, otros personajes, lo que se haga viral. Que sea lo que realmente nos impacte de manera positiva lo que se vuelva universal en la mesa, lo que interesa a todas las generaciones. Más al saber que la línea entre lo público y lo privado ya es casi nula, y justo ahí compartir eso que inspira, vale la pena y es necesario para elevar la conversación.
En este mundo en donde lo íntimo se ha vuelto contenido, vale la pena analizar qué uso le damos a nuestro aparato, pero sobre todo a lo que compartimos, sea nuestro o de otros.