Así es nuestro México. Nos burlamos de la declaración de la alcaldesa de Acapulco, que culpó a “la calor” y mala alimentación como factores que desatan la violencia, cuando lo importante es enfocarnos en el tema. Nos enganchamos con las frases célebres que nos regala algún político, pero no nos adentramos en analizar el fondo de las cosas. Si de algo sirvió poner a “la calor” en el centro de atención fue para volver a hablar de la inseguridad que vivimos. La violencia ha ido en aumento. Al cierre del 2021, a 33 meses del gobierno de AMLO, se alcanzaron 100 mil 344 muertes a causa de la inseguridad; los tres años más violentos de México. Es claro que la estrategia de “abrazos no balazos” no está funcionando. Seguimos con el lastre o indignación, de ser un país violento, que no hemos avanzado, en encontrar otra manera de relacionarnos unos a otros. Donde la pobreza, desigualdad, poca educación y manejo emocional de las personas, nos llevan a encontrar en la violencia una salida a lo invivible.
No podemos hablar de violencia en México sin hacerlo también de la situación en desventaja en la que se encuentra la mujer. En Nuevo León subieron 11% las llamadas de auxilio al 911, por violencia familiar y delitos sexuales en el 2021, convirtiéndose en el estado con más denuncias telefónicas por estos delitos a nivel nacional. Hay algo rescatable dentro de estos números alarmantes; la mujer ya denuncia más y pide ayuda. Fueron 93 mil 432 llamadas, cada una con su historia de terror. Cada víctima es una amiga nuestra, compañera de oficina, hija o mamá. Y todavía están las que no denuncian, las que viven aterradas de pedir ayuda y no sabemos el infierno que viven.
Por cifras no acabamos. La seguridad generalmente es el tema número uno de preocupación de la ciudadanía, ya que sin ella no podemos vivir una vida en paz. Paz en el más simple y profundo sentido; un estado social y personal donde todo se encuentra en equilibrio y por ende donde podemos gozar del resto de nuestros derechos. Las cifras nos gritan que nos enfoquemos en lo importante; conocerlas y entenderlas para poder relacionarme con ellas y ver cómo yo las puedo cambiar.
@guerravaleria
