Gobiernos y sociedad deben ver los delitos de violencia intrafamiliar como un problema de salud pública, no como un problema del ámbito privado.
De acuerdo al “Reporte sobre Incidencia Delictiva en la Laguna, Julio 2024” del Consejo Cívico de las Instituciones AC, la violencia familiar es el delito que se denuncia con más frecuencia en la Comarca Lagunera.
De enero a julio del 2024, la tasa superó significativamente la tasa promedio de carpetas de Investigación a nivel nacional.
Aunque Coahuila y Durango son Estados con menores tasas en delitos como homicidio y robos, es preocupante que la violencia familiar haya mantenido la tendencia en comparación con el mismo periodo del año pasado, convirtiéndose en un problema crónico en la Región.
La Organización Panamericana de la Salud le da justa dimensión a esta problemática al clasificarla como problema de salud pública, instando a Gobiernos y sociedad a fortalecer la respuesta y prevención de la violencia doméstica, misma que se incrementó a partir del confinamiento por la pandemia de COVID 19.
De acuerdo con la “Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2021” publicada por INEGI, prevalecieron los incrementos al comparar los resultados de sus encuestas realizadas en el 2016 y 2021 en incidentes de violencia psicológica, física, sexual y económica hacia mujeres, incluyendo el ámbito familiar.
De acuerdo con el artículo “El Estado del Arte de la Violencia Familiar en México” (Espinosa Torres F., Fernández-Ortega MA García-Pedroza F, Irigoyen Coria A. 2009), los factores asociados a la violencia intrafamiliar son de índole cultural derivados de sociedades machistas relacionadas con la dominación, por lo que es necesario establecer programas interdisciplinarios e intersectoriales en conjunto con la sociedad, que den control y prevención, con el objetivo de erradicar el abuso de poder contra los miembros más vulnerables de una familia, ya sean niños, mujeres o personas de la tercera edad.