Ser de clase media en México es un cliché con el cual la mayoría de la población se identifica, pero de acuerdo con Viri Ríos en su artículo “No, no eres de clase media” (New York Times, 6 de julio 2020) los ingresos que la mayoría de los mexicanos perciben les impide entrar en esta clasificación, beneficiando a las élites económicas que concentran el poder adquisitivo al no haber muchos programas encaminados a fortalecer la clase media.
Por solidaridad humana o por instinto de conservación, no se puede estar en contra de una política de Estado de «Primero los pobres».
En un país como el nuestro, con desigualdades que han ido creciendo año tras año, el combate a la pobreza es tema de seguridad nacional.
Sin embargo, esto no debe ser motivo para ignorar a la clase media, que sirve como amortiguador de la inequidad, representan el motor de la economía y su tamaño y poder adquisitivo son indicadores importantes de la prosperidad de una nación.
Como ejemplos los países escandinavos, cuyo modelo social-demócrata garantiza un Estado democrático y de bienestar financiado con impuestos progresivos, logrando que el 65% de su población sea clase media.
Japón dónde el 60% de su población es clase media, en China proyectan incrementarla al 50% en las próximas décadas. India tiene como meta para el 2025 alcanzar al 55% de su población, equivalente al total de la población de México.
De acuerdo al documento de INEGI “Cuantificando la clase media en México” publicado en el 2021, las personas de clase media que ganan en promedio de $22,297.00 pesos disminuyeron al 37.2% de la población en el 2020.
Para tener un acercamiento en la Comarca Lagunera, se revisó el Boletín Mensual de julio 2022 del CCI Laguna, que en su sección de comparativa de empleo formal con datos del IMSS muestra que las personas que obtienen un sueldo de entre $15,600.00 a $36,300.00 disminuyeron del 15.2% en el 2021 al 14% en el 2022.
