Concejo, así con “c”, es una palabra que cayó en desuso porque los originales concejos que gobernaban localidades rurales de España evolucionaron hacia la figura del Ayuntamiento que era el sistema de gobierno para las ciudades grandes.
Por esa razón salta como un error de ortografía. No obstante en Sudamérica aún existe en algunas estructuras políticas municipales los Concejos que tienen, según el caso, diversas atribuciones. Estamos más familiarizados con la palabra Consejo: órganos encargados de asesorar o dirigir empresas, instituciones o proyectos. En contraste Concejo deriva de la raíz latina Conciliums o Concilio que significa reunión o asamblea para tomar decisiones.
En Hidalgo nos vamos a acostumbrar pronto a la palabra Concejo. La pandemia Covid 19 modificó el calendario electoral. Queda poco tiempo para que se elijan los ayuntamientos que relevarían a los actuales cuyo periodo termina el 5 de septiembre. Por lo tanto el Congreso del Estado deberá nombrar 84 Concejos de acuerdo a la Constitución del Estado. En caso de ocurrir, será una decisión política en extremo delicada. Además del volumen de trabajo para procesar alrededor de mil nombramientos políticos en pocas semanas, los diputados tienen la responsabilidad de mantener la paz en los municipios. La política municipal es fragorosa; cualquier desequilibrio puede incendiar los ánimos. El nombramiento de los Concejos es una intervención directa en la vida política municipal. En general se trata de excepciones acompañados de trabajos de conciliación. En las últimas décadas, en al menos 13 municipios de Hidalgo ha sido necesario nombrar Concejos.