Cultura

El murciélago decapitado

Una leyenda dejó el mundo físico hace unos días, Ozzy Osbourne, vocalista y fundador de Black Sabbath, algunos lo reconocen como el padre del Heavy Metal, otros sólo como el padrino del género; pero, todos saben que fue el único e inigualable “maldito príncipe de la maldita obscuridad” (the f@ck1n prince, of the f@ck1n darkness, decía él).

Debo reconocer lectores que conocí la música de Black Sabbath y esa inconfundible voz de Ozzy ya entrado en la adolescencia, claro el es el príncipe de las tinieblas desde 1979, yo nací en 1986, era imposible; y aunque no me marcó de forma sustancial, sí debo agradecer su obscuridad musical, su lamento en el canto y esos fuertes guitarrazos que dieron origen al género que tanto amo, “metal”, sin duda mucho mejor a lo que me hubiera tocado en esta época triste de corridos tumbados y reggeaton.

Pero sin duda alguna algo de Ozzy Osbourne siempre destacó, siempre llamó mi atención, esa historia insana, llena de rumores y poco precisa, pero, que marcó el “metal” para siempre; la decapitación de un murciélago por la mandíbula del líder de Black Sabbath.

Aunque nunca se precisó, e incluso Ozzy declaró en más de una ocasión que pensó que era una figura de plástico antes de morderlo, decapitarlo y percatarse no sólo de lo real sino que estaba vivo, esa escena de enero de 1982 en el Auditorio Conmemorativo de Veteranos de Des Moines, Iowa Estados Unidos, no sólo representó vacunas contra la rabia, sino el impulso perfecto para la carrera de esta leyenda del heavy metal.

La música de Ozzy no siempre fue la máxima referencia para muchos, pero sí cuando le arranca la cabeza a alguien de un mordisco. En la serie animada de South Park, por ejemplo, se hace referencia a que el personaje de Chef ayudó a Ozzy con su fama, “me dijo que estaba loco y que debía dormir en un archipiélago… yo le entendí que debía decapitar a un murciélago y eso fue lo que me hizo tan famoso”, al menos eso dice la traducción en español, en el primer doblaje, después lo arruinaron.

De la misma forma, el príncipe de la obscuridad hace una aparición especial en la película de Adam Sandler, “Little Nicky” (El hijo del Diablo), donde contrario a lo que se puede pensar Ozzy es un ser de luz, divino, celestial (como debe ser el metal), y logra detener la amenaza al mundo mordiendo la cabeza de un demonio convertido en murciélago, salvando a toda la humanidad, y de paso a Adam Sandler.

La pesadilla de Batman dejó este mundo, Ozzy reinerá por siempre en los acordes, líricas, tambores y ese bajo de Black Sabbath; su legado sigue vivo en cada banda de metal: citando al vocalista de Amon Amarth Johan Hegg al saber del fallecimiento de este ídolo durante un concierto: “Es una maldita leyenda, yo estoy aquí gracias a Ozzy, muchos de ustedes también. Levanten sus cuernos y brindemos por la leyenda y la fuerza de la naturaleza Ozzy Osbourne. Una inspiración… el Valhalla te recibe con toda su gloria”.

Del nivel secreto

Ozzy Osbourne fue además un ícono en los videojuegos, no sólo tuvo participación en Guitar Hero, obviamente con las canciones más emblemáticas de Black Sabbath, sino que tuvo participación en otros títulos como Brütal Legend, el cual se ofertó sin costo por 666 días para quienes no lo conocían. Además de que hizo multiples campañas para promocionar juegos como World of Warcraft, o el juego de realidad virtual de PlayStation, una leyenda que nunca se quedó en un solo punto y que por ello hasta quienes no conocen su arte lo lloran, otros simplemente disfrutan de su legado…


Google news logo
Síguenos en
Teodoro Santos
  • Teodoro Santos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.