La historia del Imperio Otomano es larga y rica, pero en los últimos años del siglo XIX, los europeos se refirieron a él como "el enfermo de Europa". Sin embargo, lo que ha sucedido en Türkiye en los últimos 100 años demuestra el resurgimiento de un país que ha llegado a ser una potencia influyente en la región, desafiando todos los pronósticos.
El renacimiento político de Türkiye en la región que una vez fue el hogar del Imperio Otomano es impresionante. Este éxito, visto desde una perspectiva constructivista, es un testimonio de la resiliencia de una nación y su capacidad para adaptarse y evolucionar en un mundo en constante cambio.
Türkiye ha evolucionado de manera constructiva, en contraste con las potencias coloniales europeas. Ha abrazado la reconciliación y la cooperación en el Cáucaso, el Medio Oriente yAsia Central.
En la región del Cáucaso, Türkiye y Azerbaiyán lograron establecer estabilidad regional al crear alianzas con Georgia, al mismo tiempo que transformaron las dinámicas energéticas al conectar la cuenca del Caspio con Europa y el Mediterráneo a través de proyectos de gas, petróleo y transporte. Esto ha generado conexiones no solo políticas, sino también económicas, tanto en Asia Central como en el Corredor del Medio con China, uniendo Oriente y Occidente. Asimismo la creación de la Organización de los Estados Túrquicos contribuyó a la cooperación regional.
Al celebrar su centenario, Türkiye hoy se posiciona como una potencia regional. Su política exterior es ejemplar, destacándose como mediador activo y tomador de decisiones que influye en la escena mundial. Como vemos, Türkiye logró posicionarse como el único país miembro de la OTAN que pudo dialogar con Rusia y Ucrania y alcanzar un acuerdo sobre granos, a diferencia de, por ejemplo, Francia que experimentó fracasos en este sentido.
La posición de Türkiye en la guerra en Israel también has sido constructivamente estrategica y pragmatica. Ha adoptado una política justa y objetiva al criticar el apoyo militar de Estados Unidos, mostrando empatía hacia las víctimas de ambos lados y abogando por un mayor equilibrio en las posturas. Türkiye ha ofrecido su disposición al diálogo con todas las partes, incluso dialogando con Hamás sobre la posibilidad de liberar a los rehenes para ayudar a la causa humanitaria.¿Qué otro país en el mundo ofrece esta capacidad de mitigación cuando el bloque occidental solo aviva el fuego en conflictos?
Cuando observamos las regiones como los Balcanes, el Cáucaso, el Medio Oriente, el norte de África y el mundo túrquico, queda claro que la política exterior de Türkiyeefectiva se basa en gran medida en una base sólida para desarrollar políticas regionales efectivas. Independientemente de ser un país de la OTAN y contar con el segundo ejército más poderoso de la organización,Türkiye sigue de cerca la situación en toda la región con el objetivo de promover la paz en un escenario global caracterizado por la inestabilidad y la agitación.
Türkiye se ha erigido nuevamente como una destacada potencia regional con un impacto significativo en la política mundial. Su enfoque constructivo y habilidad para mediar en conflictos, así como promover la cooperación, son dignos de admiración. El resurgimiento de Türkiye es, sin lugar a dudas, una historia de éxito que merece la atención mundial. Cien años después de la fundación de la República, Türkiyemoderna se destaca como una potencia que ofrece valiosas lecciones a aquellos que alguna vez la tildaron de "el enfermo de Europa" en tiempos del Imperio Otomano, a diferencia de las prácticas intervencionistas y poscoloniales del mundo occidental en su región.
