Sí, sé que Donald Trump no dejará ni su candidatura, ni su letanía de como él es una víctima de la persecución política después de ser encontrado culpable de 34 acusaciones de falsificar documentos de su negocio en el juicio respecto a pagos a una estrella porno. Y también sé que esto solo hará más frágil la noción a escala mundial de lo que es una democracia que funciona. Porque, y supongo que no lo consideraron cuando hicieron estas leyes, es muy raro que alguien que pierde el derecho al voto al ser condenado de un crimen, pueda y vaya a ser el candidato a la Presidencia.
Escribo esto en tiempo real, leyendo todas las reacciones que puedo, y al menos me voy a dar un rato para gozar su cara de sorpresa y desdeñar su actitud de víctima que tan bien sabemos en México, resulta ser una gran estrategia política. Así que vamos:
Stephen King fue de los primeros en decir lo obvio: “El candidato a la Presidencia por el partido Republicano es un criminal convicto”. Lo es. “34 es ahora mi número favorito”, dijo Linda Carter, la eterna Mujer Maravilla; y nuestro Jedi consentido Mark Hamill celebró con un gráfico su culpabilidad una y otra vez.
Una de mis reacciones favoritas fue de la cuenta de cine DisscussingFilm, que dejó claro de quién estamos hablando: “El actor de Mi pobre Angelito 2: Perdido en Nueva York es encontrado culpable de 34 cargos criminales”.
Los enemigos que Trump hizo entre sus aliados del ayer se aventaron grandes puntadas. Como su ex director de comunicaciones Anthony Scaramuchi, diciendo: “Naranja es el nuevo naranja”. Se vería curioso si le llegaran a poner el famoso uniforme de prisión gringa. Eso, solo en los primeros ocho minutos desde la condena.
Hay que reconocer que fue una sorpresa la unanimidad del jurado y admirar a quienes cubrieron esto, porque parece parodia a pesar de lo serio que es.