Hasta hoy se nos pidió que guardáramos nuestras reseñas sobre el ultimo capítulo de The Crown, y sin arruinar las sorpresas que sí encontrarán, unas bastante emotivas, en este capítulo lo que se vale decir es que la historia no llega a nuestros tiempos como tantos hubiesen querido. En otras palabras, no le hicieron el honor a Meghan Markle, esposa del príncipe Harry, de ser parte de la historia como se contó aquí.
¿Sorprendente? Sí y no. Peter Morgan, creador, escritor y productor, rinde tributo a la reina Isabel y a la monarquía actual. La ahora reina consorte Camila debe sentirse muy gratificada de cómo es presentada, aunque le queda claro que no admitirán siquiera ver la serie, por supuesto.
La serie toca otras mujeres de las que se han enamorado los nobles de Inglaterra. De no ser por Wallis Simpson —el amor eterno de Eduardo VIII, otra estadunidense divorciada— la historia y la familia hubiese sido otra. Esto fue un escándalo a principios del siglo pasado que ni Oprah tiene, pero ya libre de ser contado.
Queda claro que la popularidad de Harry y Meghan sigue en un terrible declive, y digamos que sí alcanzamos a ver capítulos recientes de los malos tiempos del segundo hijo de Carlos y Diana, pero nada que no hayamos visto. Nada que añada a la narrativa de los tabloides o de los enfurecidos conductores de la tv británica contra la pareja. ¿Y saben qué? Está bien.
Esta es una temporada humana, con momentos dolorosos y reveladores; sin tener un particular interés por la monarquía con eso me quedo. El tributo y las reflexiones de la mujer que llevó durante su muy longeva vida ese propósito, por más controvertido que pueda ser, me parece mucho más interesante que el clickbait, lo que antes era la venta de revistas, de hoy.