El muy famoso vestido con el que Marilyn Monroe le cantó frente al mundo entero “Happy birthday Mr. President” al ex presidente estaduniense John F. Kennedy es considerado por muchos como un tesoro nacional, y por ello fue todo un escándalo cuando Kim Kardashian subió las escaleras del Met para la gala más extrema en lo que a moda se refiere, luciendo esa misma prenda precisamente.
A partir de ahí, hagan de cuenta que se había colgado como bikini la bandera cosida por Betsy Ross en la guerra de la Independencia de su país, pues no solo fue acusada de profanar un símbolo de la nación, sino de arruinarlo, perdiendo varios de los bordados y hasta jalando algunas de las costuras.
Santo drama en estos tiempos tan complicados, ¿no lo creen? Porque, al final de cuentas, ese vestido es propiedad de los señores de Ripley’s Believe it or Not, (sí, esos de Aunque usted no lo crea); sí fue un momento icónico de la cultura pop de los años 60, sin duda, pero también uno bastante infame si se considera los sentimientos de Jackie O, quien tuvo que presenciar la actuación de la amante de su esposo.
Ah, pero Ripley’s asegura que el llamado “tesoro nacional” no fue dañado por Kim Kardashian.
Hay personajes que la historia siempre adorará y Marilyn es, sin duda alguna, uno de los más espectaculares, pero en vez de hablar de un vestido, los invito a ver las primeras imágenes de Ana de Armas interpretando a Monroe en la producción de Netflix llamada Blonde.
Les aseguro que no podría ser más espectacular. Mucho más que cualquier escandalito inventado para seguir con el reinado de la mujer que muchos consideran la gran influencer de todos los tiempos, cuando claramente ese titulo debería ser de Norma Jean (Monroe) y de nadie más.
Susana MoscatelTwitter: @susana.moscatel
