Hace unos días reflexionábamos sobre lo que consideramos humanidad, y lo increíblemente poderosa que la ciencia ficción resulta para examinar desde otro lente (o universo) lo que somos, la importancia que creemos tener y finalmente la nuestra eterna batalla por subsistir.
El género escrito tiene alguna de las mejores reflexiones al respecto, perspectiva que puede volarnos la cabeza sobre lo que no tenemos las herramientas para entender.
De la misma manera las películas, y ahora las series de televisión basadas en grandes títulos, pueden lograr esto de una forma más accesible para millones de personas que quizás por eso mismo se acerquen más a las maravillas de los secretos del universo.
No pretendo decir que la ciencia ficción apenas haya aparecido en nuestras pantallas: desde grandes clásicos como Star Trek, hasta bellezas como Contacto de Carl Sagan nos han enseñado que podemos ir “valientemente a donde nadie ha ido antes”.
A pesar de que al gran Isaac Asimov nadie le ha hecho justicia en la pantalla, las nuevas grandes historias están teniendo una suerte más parecida a la de Arthur C. Clark en mancuerna con Kubrick en 2001: Odisea en el espacio.
Todo esto para decir dos cosas. Netflix: por favor, por favor, ya anuncien oficialmente la segunda y de preferencia tercera temporada de la serie El problema de los tres cuerpos del autor chino Cixin Liu.
Y para Apple+: ¡gracias no solo por confirmar la quinta temporada de su gran serie For All Mankind (Para toda la humanidad), sino por también anunciar su spinoff desde la perspectiva de la carrera espacial soviética, llamada Star City. ¡No puedo de la emoción!
