Por ahora solo hablemos de la apertura de los premios de la Academia y mañana ya nos vamos con todo lo que ocurrió aquí. Les cuento que, antes de que viéramos el maravilloso montaje de cintas que son una carta de amor a Los Ángeles, y antes de que la ceremonia se televisara, había risas.
Luego llegó Ariana Grande a cantar “Over The Rainbow”, de El Mago de Oz, y junto con Cinthya Erivo entregaron una maravillosa versión de “Defying Gravity”, de Wicked. La emoción fue desbordada. En la sala de prensa, donde solemos (no todos) ser un poco más estoicos, los aplausos se sintieron y el edificio retumbaba de lo que pasaba a nuestro lado en el Teatro Dolby. Fue hermoso y conmovedor.
Luego llegó Connan O´Brien, a quien siempre amaré por como tacleó el tema de Emilia Pérez. “En la cinta Anora se dice 479 veces la “F Word” (Fuck), que son increíblemente menos de las veces que lo dijo la publirrelacionista de Karla Sofía Gascón”. Fue como si desinflara una extraña tensión que reinaba en la
alfombra roja con la llegada, casi secreta y apurada, de la protagonista. “Karla, si vas a tuitear sobre los Oscar, mi nombre es Jimmy Kimmel”, remató Connan, y puedo decirles que al menos todos los reporteros de habla hispana soltamos la carcajada.
También hubo referencia a un tema doloroso para esta ciudad, que es la devastación por los incendios que destruyeron varias comunidades y por lo que personas pidieron que se cancelara la ceremonia de ayer, que puede parecer superflua, pero que también le dio luz a una hermosa comunidad, que habitualmente no la ve.