Nunca hemos tenido tanto acceso a la información y jamás hemos estado tan desinformados. Y eso que apenas comienzan a afectarnos en el día a día los deepfakes que la IA está generando respecto a eventos falsos, haciéndolos pasar como verdaderos. Por ahora es un mal menor, pero sumamente efectivo para el constante acto de desinformar. Y hoy tengo un pleito muy particular con un concepto que todo periodista y consumidor de verdaderas noticias sabe que no significa “¡Háganme caso!”, sino “noticia en desarrollo”. Sí, hablo de las breaking news, que son todo menos noticia, por su falta de veracidad y, sobre todo, por la forma en la que se están presentando.
Por lógica, deberíamos rechazar todos esos reels y posts que tienen en letras rojas esa banderilla por el simple hecho de que lo estamos viendo cuando sea y no en el momento que están pasando las cosas. Un breaking en una verdadera redacción quiere decir: “está pasando en este momento, suele ser importante y les iremos dando la información como se va desarrollando”. Pero quienes solo quieren generar engagement, clicks o likes, agarraron la manía de ponerle eso a todo lo que quieren que llame la atención. Incluyendo a algunas de las falsedades noticiosas más grotescas que hemos visto en la historia del periodismo.
Me acuerdo cuando nos quejábamos de que le decían así a cualquier cosa los noticieros y que por ello se perdía la noción de lo realmente importante. Que con esa etiqueta se editorializaba según las tendencias de las compañías de noticias. Pero ahora todo mundo lo hace, con gráficos que confunden a cualquiera, porque son muy similares a los de las noticias que aún se toman en serio. Son tiempos rudos. No consumamos desinformación así, es un desatino para el bien común y un logro para los que viven de la ignorancia y la confusión ajenas.
