“¿Cómo es posible que siendo mujer no apoyes a las tuyas”, es sin duda la respuesta inmediata de cualquiera que ponga en duda la violencia contra su esposa de la que ha sido acusado Johnny Depp. Yo solo tengo muy clara una cosa. No tengo la menor idea de qué es lo que pasó ahí y mi opinión sobre quién tiene la culpa vale lo mismo que un televisor vendido en los ochenta. Nada, pues.
Pero es increíble ver a tantas personas, chismosos profesionales y amateurs asegurar con dignidad, “pues esa es mi opinión y eso es lo que cuenta”. Alto ahí. Cuando hay hechos que desconocemos una opinión no sirve de nada más que para hacer daño. Y cuando un escándalo tan feo como el de potencial violencia doméstica se vuelve una gallinita de los huevos de oro para tantos medios, entonces es un asunto que no parecerá tener fin. Que si ella hizo esto en el pasado. Que si él no. El hecho es que no tenemos la menor idea de nada. Mejor, si realmente no podemos evitarlo, observar sin hacer juicios.
Yo podría decirles que conozco gente que ha tratado muy de cerca a Johnny Depp los últimos 15 años y no pueden creer nada de lo que se está diciendo. Pero también estoy educada para creerle a una mujer cuando pide ayuda. Si Amber Heard realmente está diciendo la verdad, ni hablar, que termine con la carrera y con la cuenta bancaria de Johnny. Pero si no es cierto, el daño no solo es al actor. Es contra cualquier mujer que sí esté en esa situación y pida ayuda en un futuro. ¿Han escuchado el cuento del niño que gritaba lobo? Pues cuando el lobo se lo comió, no paró con él.
Mensaje al ‘Profesor Jirafales’
Claro que estábamos preocupados por su salud, querido profesor. Y más por la de don Rubén Aguirre. Mire que son muy pocos los personajes y con eso me refiero a los de ficción y de la vida real que nos quedan a quienes tantos de nosotros podemos querer como lo que son, parte de nuestra historia, con cariño y con amor. Habrá quien confunda sus prejuicios u opiniones sobre una bella trayectoria como la suya con lo que opina de la televisora donde lo conocimos. Olvidando por completo, por supuesto, que El chavo del 8 no nació en Televisa. Pero al leer en su Twitter, querido Rubén Aguirre, que le alegran los mensajes de cariño, pues alégrese más. No hay momento del día en el que su trabajo y el de todos sus compañeros de la vecindad que tanto frecuentaba con esas flores y cara de enamorado no esté alegrando a alguien más también.
¿En serio?
¿Axl Rose está tan angustiado con sus imágenes que le pidió a Google que elimine los memes de Fat Axl? ¿No querrá rockear como Meatloaf?
@SusanaMoscatel
