No tengo la menor idea por qué me dejaron leer los libros de V.C. Andrews cuando era tan chica, ni acabo de resolver el impacto emocional que me provocó la historia de unos hermanos encerrados en el ático, para protegerlos, quienes encontraron en ellos mismos un universo entero, lleno de lo que les hubiese esperado en el mundo exterior. Incluyendo el amor y el sexo.
Y no fue solo una novela, aunque sin duda la primera –thriller psicológico supongo–, fue la mas impactante. Incluso cuando la autora murió se siguieron escribiendo libros en su nombre, mucho al estilo de Sidney Sheldon (El amo del juego) e incluso autores como Tom Clancy (Jack Ryan) o Robert Ludlum (Jason Bourne) quienes aun en vida iniciaron el trabajo de sus novelas, una vez establecidos como autores de bestsellers, y quienes siguieron produciendo millones y millones después de sus muertes con estos colaboradores fantasma que hacen mímica perfecta de sus estilos.
El caso de Victoria Andrews (V.C.), quien murió en 1986 y continúa “escribiendo” libros hasta la fecha, es muy distinto. Ahora habrá una miniserie en Lifetime creada a partir de la precuela celebrando los 40 años de libros que no fueron escritos por su autora y que cuentan la historia de unos hermosos hermanos que acaban teniendo una vida sexual, amorosa y de terror en un ático (si mi memoria no me falla; lo leí cuando aún vivía la autora). No niego que la novela sea fascinante, me pregunto cómo le van a dar vuelta al horror implícito ante la sensibilidad de las nuevas generaciones. Eso y tengo ganas de saber qué hubiera opinado Victoria, quien no acabó ni el octavo libro de más de los 100 publicados.
@susana.moscatel
