Este no fue el mejor año del New York Times, pero si les preguntamos a ellos no son las crisis o fuertes polémicas editoriales lo que hicieron de 2023 un año que quisieran olvidar. Es la inteligencia artificial y tienen razón.
Si usted quiere leer los contenidos en linea de este medio tiene que pagar una suscripción individual. Pero eso no quiere decir que para entrenar a tus bots inteligentes, a la base de datos tanto de Open AI como de Bing de Microsoft. Eso no detuvo, sin embargo, a los humanos a cargo de los chatbots de ser alimentados con los contenidos de décadas del periódico para educarlos. No solo eso, sino que esta tecnología puede replicar párrafos enteros del medio (y tantos más, el NYT es el primero en demandar) solo con pedírselo. ¿Cómo puede no ser robo de propiedad intelectual eso?
Por eso, aunque las demandas frívolas abundan estos días, la que el NYT acaba de interponer contra estas dos empresas va a marcar un precedente muy importante para el manejo digital de la información. Pareciera que la IA es un monstruo imparable, y posiblemente así sea. Pero finalmente están usando material con derechos de autor para alimentar, como el mismo periódico acota, a quien será su competencia. ¿Cómo no van a estar preocupados?
Claro que es difícil sentir empatía por un medio como el NYT cuando a nosotros nos tienen entrenando a los bots también cada vez que nos hacen identificar un semáforo, camión o escaleras para demostrar precisamente que somos humanos en línea. Las ironías no cesan nunca, en este caso Google el principal personaje, pero si creemos que demandas como esta no nos afectan en lo personal… vaya, esto va demasiado rápido y pronto nos quedará claro qué tanto.
