Empecemos por esto. La polémica inició por un “nombramiento” para Benito. La revista es Forbes, una publicación que rastrea las grandes fortunas, las historias alrededor y lo que provoca esta acumulación de riquezas. No fue Rolling Stone. No fue People magazine. Forbes tiene una importante carga de credibilidad. Una muy distinta. Una que no trata precisamente con la expresión artística.
Así que que decir que Bad Bunny se ha quedado con la corona de Michael Jackson es un poco exagerado en términos históricos. ¿Se acuerdan cuando el mundo entero se enojó con John Lennon por decir que Los Beatles eran más famosos que Jesucristo? ¿Y qué pasó después? Pues nada en los mundos eclesiásticos, pero le dieron la ocurrencia a Noel Gallagher de decir que Oasis era más famoso que Los Beatles. ¿Se acuerdan de Oasis? Momentos en el tiempo.
Ahora, no por eso descarto el fenómeno que es Bad Bunny a nivel mundial. Venta de boletos, reproducciones (solo le gana ya
Taylor Swift) presencia, berrinches, buenas actuaciones. Todo está ahí. Sobre todo para una revista que está midiendo el éxito artístico con las cuentas bancarias.
Pero los fans de Michael Jackson nos podemos relajar un montón. No es una competencia frontal. Para el caso tampoco es pop, aunque no todo lo de Michael Jackson lo fue tampoco.
Mi sensación es que Benito Antonio Martínez Ocasio es mucho más inteligente que lo que muchos le damos crédito por nuestro prejuicio con reguetón. Es muy pronto para darle la corona de nadie más.
Si el género persiste en décadas o si él se adapta musicalmente a lo que venga en años por venir lo volvemos a discutir. Por ahora, creo que no es para nada una mala consolación ser el Rey de los billetes, cosa de la que Forbes sabe muchísimo más que quienes nos quejamos.
