Francia es grande por muchas cosas. Hoy en particular por dejar más que claro que en la tierra de la “Libertad, Igualdad y Fraternidad” no hay lugar para reprimir expresiones artísticas, deportivas y sociales. El hacer esto en la inauguración Juegos Olímpicos resultó gozoso por su belleza y a la vez quedó claro que no van a entrarle al discurso político sobre quién y cómo merece tener un lugar en el escenario del mundo.
Entiendo que hay Imagens con las que algunas culturas o interpretaciones del mundo no estarían de acuerdo y por ello, por esas interpretaciones religiosas que a muchos molestaron, hubo ya una disculpa. Lo que no está bien es quedarse en la muy diminuta discusión de que si son progre, woke o cualquiera de esas nuevas palabras con las que se descalifica a quien no piensa igual. Pero con más de cinco horas de expresiones que fueron desde el arte de la moda, hasta la más hermosa rendición de “La Marsellesa”, con el perfecto regreso de Celine Dion, ¿qué les digo? Hubo mucho que aprender para todos.
Pero hay pequeñas mentes que no pueden entender que la “inclusión” no es un concepto político creado para separar. Sigo emocionada y sé que reviviré muchas de las expresiones desde el Río Sena o la Torre Eiffel o desde el Jardín de las Tullerías, junto a Louvre. Si con todo esto hay quien decide solo ver y reducir todo lo hecho por un pequeño fragmento del evento, se están perdiendo del panorama completo de lo que podríamos ser como humanidad.
