Política

¿Un nuevo Pacto por México?

La eficacia política es una cualidad indispensable en un gobierno exitoso; se trata de dar resultados, de darlos pronto y de comunicarlos bien. Lo anterior no es cosa sencilla, frente a sociedades tan complejas y plurales: recursos que son siempre limitados para resolver los problemas; las divisiones políticas; y un aparato burocrático y legal que vuelve lentos a los gobiernos; se necesita mucho más que voluntad y buenas intenciones.

Soy un convencido de que las acciones con eficacia política que trascienden en un legado para el país deben ser reconocidas. Hace poco más de cinco años y medio, en México, fuimos testigos de un acuerdo sin precedentes entre las tres principales fuerzas políticas de aquel momento.

El Pacto por México logró en 20 meses, reformas que el país necesitaba desde hace 20 años. La foto es emblemática, era el arranque del gobierno del Presidente Peña Nieto, y se había logrado construir una agenda común entre el partido en el gobierno y los partidos de izquierda y derecha, que redundaría en las llamadas reformas estructurales.

En este sentido, el Pacto por México fue un acuerdo político altamente efectivo cuyos primeros resultados ya son visibles: más de 200 mil millones de dólares de inversión comprometida en el sector energético; 30.4 millones más de usuarios de Internet y la eliminación de la larga distancia; más prestadores de servicios de telecomunicaciones y con costos más baratos; se presta más que nunca, con un incremento de alrededor de 7.5% del PIB; se evalúa a los maestros de educación básica y se les capacita; tenemos finanzas sanas y un crecimiento económico acumulado de prácticamente el doble al del gobierno anterior.

Queda claro que es necesario más tiempo para hacer una evaluación a fondo, pero los datos duros muestran que quien ganó fue México. Hoy México no es el mismo de 2012, lo que se debe, en buena medida, al tránsito de gobiernos divididos a reformas de fondo.

En este contexto, pese a los avances registrados, es necesario advertir que además de la continuidad en lo que ha funcionado, quedan grandes temas pendientes en la agenda pública como la reforma integral del campo; los servicios de salud pública; la consolidación de la Fiscalía General de la República; el replanteamiento de la estrategia en materia de seguridad pública; la consolidación de presupuestos basados en resultados; el replanteamiento del federalismo hacendario; el combate a la desigualdad y a la pobreza; los mecanismos e instrumentos de combate a la corrupción; y, de no definirse en los próximos días, la renegociación del TLCAN, así como la diversificación de mercados.

La pregunta entonces es, ¿podría haber una nueva agenda común o al menos acuerdos para ir juntos en algunos temas? Ojalá que sí. Necesitamos de la buena política para seguir transformando a México.

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Saúl Barrientos
  • Saúl Barrientos
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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