Vota por quien quieras, pero sal a votar. Cuando hay un alto porcentaje de participación ciudadana en las elecciones, disminuye la injerencia de aquellos que el día de la elección salen de compras.
Hay un voto oculto, un voto que no depende más que de la conciencia ciudadana, y cuando ese voto se manifiesta siempre gana la ciudadanía.
Es la conciencia ciudadana lo que ha logrado que cada vez tengamos contiendas electorales más competidas. Nada más triste que ver a una buena mujer o a un buen hombre ganar en el terreno de las propuestas y de las ideas, pero perder frente a la maquinaria electoral de los caciques o de los gobiernos operando con nuestros propios recursos.
Que se vayan al carajo. Sal y vota como ciudadano libre y no permitas que se impongan los que salen a comprar nuestra democracia, tu futuro y el de tu familia. Los que salen de compras lo hacen siempre con dinero mal habido, con recursos públicos, con dinero robado o comprometido en actos de corrupción.
A nosotros nos toca premiar a los buenos gobiernos, nos toca reconocer e impulsar a los buenos perfiles, y nos toca castigar los excesos, la incompetencia, la insensibilidad y la ineptitud de los gobiernos y de los partidos que fracasaron o que nos engañaron.
Este 6 de junio sal a votar. No hay nada más triste, en el terreno electoral, que ver a una candidata o candidato ganar la campaña y perder el día de la elección. Si tú no sales a votar, dejas que la inercia de la política corrupta y tramposa se imponga. México hoy más que nunca requiere de ciudadanos libres que vayan y decidan lo que consideran mejor para su país.
El acto más grande de patriotismo que tenemos al alcance todos lo que hemos cumplido 18 años es precisamente nuestro derecho y nuestra obligación a votar. En la historia reciente de México el abstencionismo ha sido el gran ganador, y lo más grave, los que menos votan son los jóvenes salvo los que viven la emoción de su primera elección.
Este es un grito desesperado que busca mover al menos una conciencia. El 6 de junio es una oportunidad para proteger y afianzar nuestra democracia pero, sobre todo, es una oportunidad para un gran despertar ciudadano. Que entiendan los partidos y los gobiernos que, en adelante, en México, van a ganar solo los mejores perfiles para gobernarnos. _
