Lo de Porfirio Muñoz Ledo es un tema que no podemos dejar de observar, pero sobre todo de reconocer. El valor siempre genera respeto y Muñoz Ledo ha vuelto a hacer historia y ha pronunciado una frase que sin duda quedará en la memoria de todos:
“Nada le puedes quitar a un hombre que está más cerca de la muerte que de ver cómo se pierde en la mentira y en el autoritarismo, el sueño de una transformación en México. Hoy puedo decir que hemos dado un salto hacia atrás de 20 o 30 años, y lo puedo decir porque yo lo viví. Yo no me voy de Morena; Morena se sale de mi corazón, de mi ilusión y eso me da una pena inmensa”.
Lo anterior lo pronunció en razón de que fue censurado en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión cuando pretendió en la comparecencia de la titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos señalar los abusos que se estaban cometiendo por parte de las autoridades mexicanas contra los migrantes en la frontera sur.
Muñoz Ledo es hoy, quizá, más oposición que muchos de los integrantes de los partidos que actualmente nos gobiernan.
Pero más allá de la coyuntura que bien le hace al país que se señale al poder cuando las cosas no se están haciendo bien.
Ojalá algún día veamos en Tamaulipas actores políticos que, aún siendo de los colores del gobierno en turno, se atrevan a hablar, a cuestionar, a denunciar. El papel de los diputados y su imagen ante la sociedad no se limpiará jamás hasta en tanto no actúen como lo que son: otro poder del Estado.
Si las y los diputados quieren mejorar la percepción que la gente tiene de ellos, el tema más que por campañas publicitarias y leyes anticorrupción pasa por mostrar valor frente a las injusticias. Ser la voz de la gente y no de los que gobiernan, anteponer a los mexicanos y a este país por encima de lo meramente político, debería ser la premisa.
Al poder se le cuestiona, no se le aplaude y eso es un trabajo que nos toca a todos.
Solo así normalizaremos la rendición de cuentas. Solo así empezaremos construir el país que queremos.
Solo así podremos empezar a ser más libres.
Tenemos que acotar al poder para que sirva más, para que sirva mejor. _