El Inegi publicó el pasado 26 de mayo su medición del PIB de México. Los datos señalan que el PIB cayó 1.2% durante el primer trimestre del año en comparación con el trimestre anterior, y 2.2% en comparación con el primer trimestre de 2019, no obstante que la Jornada Nacional de Sana Distancia inició el 23 de marzo del presente año. Es decir, la economía nacional venía con un mal desempeño aún antes de enfrentar la crisis del covid-19.
El sector primario dio la cara en el primer trimestre de la economía registrando un crecimiento del 1.1% en comparación con el año anterior, lo que contrasta con los resultados del sector manufacturero y de servicios que cayeron un 3.5 y 1.2% respectivamente.
Con esta contracción, son ya cuatro trimestres consecutivos en los que la economía nacional ha ido a la baja, pero esto es solo el inicio de un escenario de pesadilla.
El impacto económico producto del confinamiento es mundial. A inicios del año, el Fondo Monetario Internacional (FMI) esperaba un crecimiento positivo en el ingreso per cápita en 160 países para 2020; ahora la proyección es de un crecimiento negativo en la economía de 170 países.
Sin embargo, las proyecciones prevén un mayor riesgo para las economías en desarrollo como las de América Latina, y la forma de afrontar la crisis cuenta mucho, tanto en el tema de salud como en el económico. Hoy México duplica el número de fallecidos por coronavirus de China, y en economía, el FMI prevé que México será uno de los tres países de América Latina que mayor caída registren solo detrás de Venezuela y Belice. Las proyecciones económicas coinciden, cada vez más, en que la caída del PIB para 2020 rondará los dos dígitos en el caso mexicano.
Cualquier sector de la economía que se voltee a ver está en crisis. El campo asfixiado desde hace dos años con presupuestos insuficientes y con pocos incentivos en la parte productiva; el turismo desolado por la situación; la construcción, que ya enfrentaba problemas por políticas del actual gobierno, en crisis; el sector manufacturero haciendo frente a enormes caídas en las exportaciones, al paro de actividades y al clima de inestabilidad para invertir, etc. El panorama es de terror en crecimiento económico, en empleo, en seguridad pública; prácticamente en todo. _