Me queda claro que la crisis económica que ya se empieza a vivir por la pandemia de covid-19 es una crisis mundial; lo que no es mundial es la forma en la que se le hace frente para poder frenar su impacto. Mientras que países desarrollados como Estados Unidos, Francia, Alemania, y por supuesto, Italia, e incluso países sudamericanos como Chile, Brasil, y Colombia, han anunciado fuertes medidas económicas para blindar la economía de su población, en México seguimos apostando por esperar. Sin embargo, todavía más preocupante que no hacer nada, es tomar acciones que empeoran la situación. Lo ocurrido en Mexicali es una verdadera tragedia.
Tragedia no solo porque se “canceló”, mediante una consulta popular completamente ilegal, un proyecto de 1,400 millones de dólares que registraba más de un 60% de avance, sino por el mensaje de incertidumbre que se volvió a enviar a los inversionistas extranjeros.
Tragedia porque hablamos de alrededor de 800 empleos permanentes y de cerca de 4 mil empleos en la etapa de construcción.
Tragedia porque participó el 4% del padrón electoral de Mexicali (28 mil de 800 mil ciudadanos votó para que no se continuara con la construcción de la cervecera).
Tragedia porque al virus que hoy enfrentamos se le agregó el virus de la desconfianza.
Así, mientras otros países del mundo hoy rogarían por inversión, en México la desconocemos por un proceso que no cumple ningún requisito constitucional.
Me preocupa que esta crisis de salud se convierta en una completa crisis social. Seis de cada 10 mexicanos viven de la economía informal, y con la parálisis porque una cantidad importante de personas se encuentran aisladas en sus casas, el resultado si esto se prolonga podría ser de escalas que cada vez suenan menos exageradas.
La firma JP Morgan estima que la economía mexicana caerá 7% este año, perdiendo este segundo trimestre del año 35.5%. Más allá de los números, estamos hablando de la pérdida de miles y miles de empleos y de fuertes recortes salariales a muchos de los que se conserven.
Estamos hablando también, de una muy posible escalada en los delitos como secuestro y contra la propiedad como robo a casa habitación, a comercios y asaltos. Apoyo que llega tarde, no sirve. Si el gobierno no toma acciones, lo vamos a lamentar mucho tiempo . _