Los últimos indicadores sobre el crecimiento del “huachicoleo” en México ubican a Cuautepec con no menos de mil 100 tomas ilegales de combustible, al igual que Atotonilco de Tula, que recibirá recursos por más de 57 millones de pesos, y en vez de reforzar la vigilancia contra estos delincuentes que tienen libertad de actuación para robar combustibles sorprende que esos municipios, junto con el de Pachuca, recibieron más presupuesto que el normal, un presupuesto libre de ejecutar, no está etiquetado para reforzar o capacitar a su Policía contra este problema.
Sabemos que el último año de la administración de cualquier municipio deja mucho que desear en honestidad, porque es el año de Hidalgo, no quiero señalar a ninguno, pero la ciudadanía está inconforme sobre los manejos que hacen los municipios que están metidos en problemas muy graves por el “huachicoleo”, dejando de lado muchos proyectos que pueden servir para mejorar el desarrollo del municipio. Los municipios que tienen mayor índice de pobreza han recibido menos en relación que los primeros, 83.3 por ciento de su población está en esta condición, como Xochiatipan y Huazalingo, nos queda la sorpresa de ver cómo el Congreso estatal manejó esas cifras por medio de algún interés propio o desconocimiento de la información, deben apoyar a quien lo requiere, como los municipios en extrema pobreza, no a los dueños de la riqueza ilícita que tienen los municipios, donde dominan organizaciones del crimen organizado, deben impulsar con toda la fuerza del gobierno estatal y federal para acabar con estas bandas que sangran la comunidad y que dejan en un ambiente inseguro a quienes habitan ese municipio.
Sarkis Mikel Jeitani
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