Dentro de la transformación del nuevo proceso del gobierno del estado de Hidalgo es necesario recordar que las crisis son el modo convulsivo en que se intenta frenar las tendencias de la inseguridad pública, tema del debate diario de los hidalguenses en cualquier sector social, económico, político, desde los empresarios que han manifestado, pese a que la sensación de inseguridad ha bajado de 2020 a 2022 del 61.7% a 58.8%, respectivamente, que sigue alto el riesgo que viven sus negocios por los robos y fraudes, principales delitos que los afectan. Aunado a que durante el primer semestre del 2022 Hidalgo se colocó como el estado con mayor número de tomas clandestinas de hidrocarburos (huachicoleo), según el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal. Los municipios ubicados en los primeros lugares a nivel nacional son Cuautepec de Hinojosa, Ajacuba, Atotonilco de Tula, San Agustín Tlaxiaca, Tepeapulco y Singuilucan y otros 14 municipios hidalguenses.
Todo esto generó un operativo que contará con más de 200 elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, así como policías estatales y municipales y agentes ministeriales para reforzar la estructura de seguridad estatal.
Esto es consecuencia de la tercera mesa de coordinación estatal para la Construcción de la Paz y Seguridad, presida por el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, por instrucción del gobernador, Julio Menchaca Salazar, donde participaron instancias federales, estatales y municipales. Este tipo de despliegue genera confianza de la ciudadanía hacia el plan contra la inseguridad implementado por Julio Menchaca, la percepción ciudadana apoya ese tipo de gestión ya que permite la participación institucional para reforzar estas decisiones de parte del gobernador.
Sarkis Mikel Jeitani
