La importancia de los líderes y su gran valor con respecto a su competencia radica en el capital humano que los acompañan, de ello dependería el buen funcionamiento de una campaña electoral aunado a su grado de competitividad, su capacidad para acercarse a la gente, la forma de ofrecer un valor añadido con propuestas, su discurso, además del manejo de su perfil como líder, la forma de actuar de su equipo y cómo comprobar su ética política.
Sin embargo, no se puede anticipar cómo responderá a las exigencias de la ciudadanía a pesar de que muestre sus valores con su equipo, para que proyecte trasparencia en su comportamiento y se vea que fue el mejor seleccionado para servir a la sociedad.
Todos los partidos políticos han mostrado una disciplina sorprendente para elegir a sus candidatos como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ha evitado fracturas entre sus corrientes, de igual manera el PRD y el PAN, a la fecha han mostrado lealtad a una alianza pese a que muchos de sus militantes no están de acuerdo, sin embargo, comprenden el motivo de la alianza como una solución de salvar la democracia.
Por el otro lado los dirigentes de Morena no han mostrado unidad, mucho menos acuerdos para poder defenderse como el partido más fuerte y eso para cualquier experto en política le deja muchas dudas de hasta dónde puede llegar Morena por la desunión dentro de la organización.
Aunado a que le dieron registro a dos partidos satélite que le pueden quitar votos: Fuerza por México y Redes Sociales Progresistas.
Por esto no se augura que Morena cumpla con su objetivo el próximo 6 de junio.