Aspirantes y dirigentes de los partidos políticos en el estado de Hidalgo aprovecharán la Navidad para difundir sus saludos y buenos deseos, incrementarán sus publicaciones en redes sociales al igual que obsequiarán regalos y juguetes a las familias y niños a quienes nunca han visto ni visitado.
Lo cierto es que estos actos de proselitismo no resuelven el problema de la sociedad y mucho menos garantiza la seguridad, el empleo, no erradican la pobreza ni la corrupción; no disminuyen la violencia familiar, política o de género y ni qué hablar del combate al crimen organizado, robó a casa-habitación, desapariciones forzadas, secuestros, acompañado del alza en los productos de la canasta básica y simplemente no resuelve la crisis económica del campo, la industria y servicios.
Vale recordar que ninguno ha logrado acercarse a la gente para impactar con propuestas o estrategias para resolver estos problemas, tampoco han fomentado proyectos que resuelvan las necesidades de la población y mucho menos se han ocupado en que los hidalguenses adopten medidas de prevención frente a problemas de salud. Asimismo, han olvidado proteger la fauna y flora al igual que otras situaciones que lastiman a los hidalguenses.
Con estas prácticas, aspirantes y partidos no logran realizar campañas cercanas a la ciudadanía; por el contrario, incrementan el hartazgo por sus conductas, generan inconformidad y molestia dado que la Navidad tiene un valor moral para construir la paz y la generosidad que nos permite alcanzar la paz social en esta época de campaña electoral que está próxima a arrancar.
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