La idea se transforma en palabra, garantiza el cumplimiento del objetivo que promueve fundamentalmente la plenitud del concepto y la búsqueda de la participación en el sentido de abrir un nuevo camino del discurso, sentimental y racional, para conectar con los seguidores y simpatizantes, convirtiéndolo en una idea viable que compita seriamente y con altas posibilidad de ganar.
Con pocas ideas se logra conectar con los seguidores, sin tener que escindirse entre razón y sentimiento para aportar las ofertas que persiguen un espacio entendible en el proyecto político de cada uno.
Aunque todos sabemos que cualquier campaña electoral depende de una estrategia, las ideas se repiten y copian. Sin embargo, en la precampaña de Julio Menchaca encontré algunas novedades con una idea llena de sentimientos y razonamientos.
En las giras por el estado ha mostrado en la palma de su mano las 4M que lo han acompañado desde su nacimiento: la primera, M de mamá; la segunda, M de México, la tercera, M de Menchaca, y la cuarta, M de Morena. Con esto da a entender cuál era su destino desde niño, se presenta a los militantes de un movimiento de transformación.
Perfecciona su base como ser humano con la referencia a su mamá, su identidad con el país, su arraigo con su familia, y su futuro, que él pretende cumplir como militante y precandidato con la cuarta transformación.
Esta idea de Julio Menchaca nos da a entender su camino, su lealtad, su compromiso de cumplir no solo en palabra sino en hechos, y ganar la parte emotiva, que le hace mucha falta ese gesto de acercamiento con la gente.