La transformación y la configuración territorial en la región de Hidalgo, al igual que la zona conurbada, presentan una problemática común en el sistema comercial que incluye su regulación, control del mercado de abastos, las preferencias de la demanda y la accesibilidad a los productos que consume la población de la región.
No obstante, también y debido a la simetría del desarrollo aunado a las múltiples formas de distribución de alimentos, la Central de Abasto de Pachuca se considera obsoleta por no corresponder de tiempo atrás a una funcionalidad económica y social planeada con el desarrollo urbano actual, mucho menos tiene un esquema de competencia que se base en la oferta o la necesidad de la zona, además que ésta no ha evolucionado de acuerdo con las nuevas formas de distribución territorial de la población.
Derivado de lo anterior, es inminente la necesidad de reubicarla, considerando con esto atender a toda la concentración de población que está generando actualmente la zona. Hoy en día, se requiere dar cumplimiento a un sistema de establecimiento de alimentación eficiente y funcional cuya cobertura satisfaga las demandas regionales y conurbadas. Ésta debe operar un sistema de desplazamiento especial que compita con sus homogéneas de la zona y se interconecte por un sistema de evolución desde las relaciones directas entre productores y los consumidores.
De esta manera, deben estructurarse redes de distribución modernas donde ninguno de los proveedores compitan entre sí, atraer nuevos consumidores, ampliar la cobertura comercial, disminuir la jerarquía del mercado típico y con ello, definir los intereses de los demás concentrados territorialmente que le mantienen vivo.
Lo más importante de considerar en cuanto a propósitos de caracterización de la nueva central de abastos, es tener las proyecciones de desarrollo poblacional, para definir la ubicación y superficie adecuada que albergue al comercio correspondiente de la región. Por tanto, es así como se consolida la transición hacia la nueva Central de Abasto; por ello, ninguno de los hidalguenses duda de la eminente necesidad y relevancia de reubicarla. Esta deberá ser digna, que satisfaga las necesidades de los hidalguenses y las áreas conurbadas.
Lo visto es que las autoridades no han tomado cartas en el asunto, desde más de dos décadas los locatarios luchan por encontrar un sistema para reubicarlo sin perjudicar el patrimonio de los locatarios que en algunos casos son los fundadores sin excluir el derecho de los ambulantes, grupo inmigrante, temporal, desorganizado y con poco arraigo; sin embargo, como se sabe, los intereses de políticos estatales no coinciden con los intereses de los locatarios quienes no han permitido su intervención para realizar el proyecto.
Ahora el señor gobernador Omar Fayad Meneses vislumbra la necesidad de construir la nueva Central de Abastos con una nueva ubicación. Como siempre, existen figuras hábiles, ambiciosos inversionistas que se aprovechan de la situación, tal es el caso del señor David Heras quien compró un terreno en Zapotlán de Juárez anunciando la construcción de una nueva Central de Abasto denominada “Nuevo centro de abasto Miguel Hidalgo”.
Visión que no contempló la integración de los locatarios actuales a quienes por derecho les compete la reubicación, sabiendo que sin ellos, sea lo que sea la nueva Central de Abasto, nunca será vista como parte del desarrollo estatal, ya que los foráneos no darán movimiento a la economía local y mucho menos traerá beneficio fiscal.
Se debe recordar que al igual que este ejemplo, se construyó en Singuilucan una Central de Abasto con capital foráneo sin tomar en cuenta a los locatarios hidalguenses y a la fecha no ha funcionado, siendo un fracaso total.
Urge central de abasto hidalguense
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Sarkis Mikel Jeitani
Ciudad de México /