El abuso sexual en menores es un elefante en la sala. Y se escucha un profundo silencio cuando la víctima tiene rostro de hombre.
El “Pederasta de Instagram” ha traído sobre la mesa este espinoso tema para una sociedad machista y patriarcal. Tras este sobrenombre –que más bien pareciera el título de una serie de Netflix– se esconde una historia de terror de un hombre que fue acusado y recientemente condenado a 700 años de prisión por engañar y abusar de casi un centenar de menores.
José Ángel S.S. fue acusado de abusar sexualmente, mantener relaciones sexuales y grabarlas, distribuir contenido pedófilo y ciberacosar a casi un centenar de menores. El sujeto de 31 años mantuvo una doble vida, algo común en los pederastas. Si bien era un “hombre respetable”, abogado y entrenador de futbol en un municipio del sur de Madrid, a la vez era un depredador sexual de adolescentes de 16 años.
Utilizando como anzuelo el seudónimo de una mujer para convencer a sus víctimas del primer acercamiento para posteriormente solicitarles material de fuerte contenido sexual, el agresor hacía sus contactos a través de la red social Instagram. Si la cantidad de abusos rondó los 100 caso fue debido a que la mayoría de las víctimas, al sentirse avergonzados, no comentaban el abuso y no lo dimensionaban como tal. “En muchas ocasiones, los menores minimizaron el significado y alcance de lo sucedido, para después, una vez que sus respectivos padres se pusieron al corriente y ya no se podía seguir ocultando los hechos, lograran verbalizar la experiencia vivida y relatarla sin avergonzarse ni culpabilizarse” dice el parte judicial, citado por medios españoles. Finalmente, hoy está en la cárcel, donde purgará 30 años de los 700 al ser el tope máximo en España.
Si bien es innegable que el abuso sexual es un tema tabú, hoy en día, debido al activismo contra la violencia de género, se ha visibilizado un poco más. Pero el tratamiento sigue siendo con rostro de mujer. No obstante, el abuso sexual en hombres también existe. Sin embargo, es una realidad que la incidencia en hombres sigue siendo muy por debajo de la que prevalece en mujeres. De acuerdo con la National Sexual Violence Resource Center, en Estados Unidos, con datos de 2018, una de cada cinco mujeres, y uno de cada 71 hombres serán víctimas de violencia sexual en algún punto de sus vidas. El 91% de las víctimas de violación y demás asaltos sexuales son mujeres, y el 9% son hombres. En el caso de la prevalencia por edades, una de cada cuatro niñas y uno de cada seis niños serán sexualmente abusados antes de que cumplan los 18 años.
El que la incidencia sea proporcionalmente menor no lo hace menos dañino. Incluso se habla de un número negro mucho mayor, como en el caso de todas las denuncias de violaciones. Si bien los varones enfrentarán los mismos efectos de la agresión sexual, también pueden vivir algunos conflictos adicionales debido a los prejuicios y los estereotipos sobre los hombres y la masculinidad en modo alfa, donde se cree que los hombres son capaces desde cualquier edad de cuidarse o poder evitar una agresión. Si a eso se le suma que en la agresión haya existido alguna reacción fisiológica involuntaria, pueden experimentar vergüenza de “haberlo deseado”.
¿Hasta cuándo lograremos derribar esas masculinidades tóxicas que están afectando el tejido social tanto a mujeres como hombres? La violencia sexual contra hombres existe y no son “stories” de Instagram. Los daños prevalecen más de 24 horas. Y ellos, como las mujeres, tampoco lo pidieron.
Por: Sarai Aguilar Arriozola
@saraiarriozola*
*Doctora en Educación y Máster en artes con especialidad en difusión cultural.
