Jeff Bezos anunció su retiro como presidente de Amazon, pero eso no cambió en nada la situación que viven las niñas que se llaman Alexa, las cuales han denunciado bullying desde 2014.
De acuerdo con BBC Mundo, desde que apareció Alexa como asistente digital en la escena mundial, se han generado quejas contra la compañía de comercio electrónico, que la utiliza sobre todo en sus bocinas inteligentes Echo Dot.
Si tomamos en cuenta que solo en Reino Unido hay más de 4 mil menores de 25 años con ese nombre y muchas de ellas han relatado historias de bullying de parte de compañeros y acoso “suave” de parte de maestros que toman como gracia el darle instrucciones como si se tratara de una “asistente digital” y no de una persona. Estas historias las cuentan desde niñas de seis años que han tenido que cambiar su nombre y escuela a causa de lo anteriormente citado.
El caso no es exclusivo de Reino Unido. En Estados Unidos, Lauren Johnson, de Massachusetts, generó una campaña “Alexa is a Human” (Alexa es humana) pues menciona que el nombre se ha convertido en sinónimo de sirvienta o esclava y les da licencia a las personas a llamarla de manera servil, y que los casos abundan de forma global.
Ella ha generado un portal web donde expone: “Los niños de tan solo tres años son objeto de burlas, acoso e intimidación por parte de sus compañeros, adultos de confianza y extraños”. Agrega que las mujeres tienen miedo de dar la queja en el lugar de trabajo por temor a las represalias y la pérdida del empleo, pues se ha vuelto común que aquellas que comparten nombre con la asistente digital se les dice que llamarlas por su nombre es una molestia, ya que interfiere con los altavoces inteligentes.
Por ello es por lo que han lanzado una misiva a Amazon pidiendo que sea cambiado el nombre del asistente digital.
Pero como ha sido costumbre, Amazon no ha dado una respuesta contundente ante la queja. No es la primera vez que Amazon enfrenta polémicas, desde empleados que dicen no tener tiempo ni para ir al baño, hasta quejas del uso de la Inteligencia Artificial en sus sedes en el continente asiático para vigilar a sus empleados.
La compañía se ha limitado a dar respuestas vagas de que existen propuestas alternas para llamar al asistente, aunque se mantienen en su posición de dar el uso preferente al nombre de Alexa por “dar un carácter más humano a su aplicación”.
Se trata de crear conciencia sobre el daño y el impacto negativo que una marca o una campaña de marketing puede crear. Entender que las empresas tienen una obligación ética para con la sociedad y la responsabilidad corporativa con aquellos a quienes van dirigidos sus productos. Que haya conciencia pública sobre las consecuencias profundamente negativas de utilizar un nombre humano para una herramienta de este tipo.
No obstante, la responsabilidad no solo va sobre las empresas, sino también y en primera instancia sobre nosotros, quienes socializamos las herramientas y promovemos el acoso y la burla.
Y no es un “de todo se quejan”, “generación de cristal”, “en mi época era peor y no llorábamos”. La vida en este mundo no es un concurso de resistencia y de mostrar heridas de guerra. Que a esta vida no se vino a ser valientes, sino a vivir plenamente y con respeto.
Por Sarai Aguilar Arriozola*
@saraiarriozola
*Maestra en Artes y doctora en Educación. Coordinadora del Departamento de Artes y Humanidades del Centro de Investigación y Desarrollo de Educación Bilingüe UANL.