El pasado 15 de marzo del presente, la defensa del apóstol Naasón Joaquín, presentó una moción para desestimar los cargos presentados por la fiscalía de California en contra de su cliente, “… en base a que al Sr. García se le negaron derechos sustanciales cuando la fiscalía ocultó evidencia exculpatoria sujeta a divulgación obligatoria de Brady. Como resultado, al Sr. García se le negó el [derecho]al debido proceso bajo las Constituciones de California y de los Estados Unidos, se le negó el derecho a contrainterrogar a los testigos en la audiencia preliminar, se le negó el derecho a presentar pruebas, y se le negó el derecho a ser representando efectivamente por un abogado en su audiencia preliminar y se le hizo responder sin causa probable”.
El texto es el inicio del documento de 211 páginas presentado por los abogados del señor García, Werksman Jackson & Quinn Llp, cuyas pruebas aportadas demuestran la atrocidad cometida por la fiscalía de California contra el apóstol.
En todo el texto se demuestra y revela cómo la fiscalía no sólo ocultó pruebas exculpatorias -cosa que ya es grave porque dichas pruebas comprueban la inocencia del inculpado- sino que fabricó y creó supuestas pruebas, al editar y escribir conversaciones que sirvieron como “evidencias” para sustentar el caso contra el apóstol.
“En los casi tres años transcurridos desde que el Sr. García fue detenido por los cargos que se le imputan en este caso[…] El gobierno sostuvo que había revisado minuciosamente estas pruebas y determinó definitivamente que no contenían ninguna prueba exculpatoria […]. Sin embargo, sólo 31 días antes de la fecha fijada para el juicio [la fecha del inicio del juicio se estableció para el mes de septiembre de 2021] el fiscal general […] Jeffrey Segal inició repentina y urgentemente una llamada telefónica con el tribunal y el abogado de la defensa para poner en conocimiento del tribunal el hecho de que él mismo acababa de empezar a revisar el contenido de los dispositivos de [las supuestas víctimas] y había descubierto pruebas que, en sus propias palabras, ‘la defensa podría encontrar exculpatorias’.
Seguiré con el análisis del documento en las siguientes entregas.
Sara S. Pozos Bravo
sarapozos.com