Política

Lavado de cerebro

De la televisión monopólica de los años setenta salió la primera referencia a esta supuesta teoría. En la película de ciencia ficción “El planeta de los simios”, una doctora chimpancé le dice al gorila Urko que le va a lavar el cerebro al recién capturado astronauta humano Burke. Lo que en realidad quería la chimpancé era controlar la mente del prisionero para que se enamorara de ella. De aquí, de la ciencia ficción, surge la teoría del lavado de cerebro.

El término, sin sustento alguno científico, ahora se usa para denostar a una persona, para ofenderla y deshumanizarla. Una persona acusada de lo anterior es una persona sin ideas propias, sin decisión propia, sin capacidad de entendimiento y sin capacidad de raciocinio. Esta teoría presupone la eliminación de las libertades en el ser humano, presupone la predisposición del ser humano a dejarse eliminar esas libertades, presupone la destrucción de la identidad individual, y presupone que todos los seres humanos cuyo cerebro ha sido lavado, son exactamente iguales como para dejarse aniquilar de tal manera que pierdan toda su esencia y su naturaleza humana. Como ven, ya aquí resulta insostenible usar esta teoría social para acusar ciertas pautas de comportamiento.

Ahora bien, en algo coinciden los estudiosos de este tema: el lavado de cerebro únicamente puede darse bajo coerción, “… pues difícilmente una persona permite que se le manipule a un nivel tal que sus esquemas de pensamiento racional y sus reacciones emocionales le sean dictados por el exterior”.

Para el caso que nos ocupa, el relacionado con la injusta detención del apóstol Naasón Joaquín, en donde la fiscalía de California estableció su teoría de lavado de cerebro a partir de la supuesta ignorancia (como sinónimo de bajo o nulo nivel educativo y como prerrequisito para manipular a los creyentes), hay una larga, larguísima fila de testigos a favor del acusado dispuestos a testificar que viven su propia vida bajo el ejercicio irrestricto de la libertad para decidir, de la libertad de pensamiento y de convicciones, así como el uso racional de esas libertades y derechos en plena congruencia con sus creencias personales.

Sara S. Pozos Bravo

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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